¿Cómo se puede conocer y curar el origen de una depresión?

¿Suele sentirse triste sin ninguna razón?, ¿Siente un vacío interno?, ¿Se le quitan las ganas de hacer algo sin explicación, se queda sin energía?, ¿Siente que las cosas no le salen bien y que todo le cuesta un poco más que a los demás?, ¿Desearía afrontar los problemas de otra manera? Si es así, posiblemente usted padece una depresión que puede acarrearle otros problemas. 

Como lo indica el último dato de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el 2013 más de 350 millones de personas en el mundo sufrían de esta patología y Colombia tiene un alto porcentaje de afectados. De hecho, por ese año, un estudio de la Universidad de Antioquia, reforzado por expertos de la Universidad de Caldas, registró que en el país están los más altos niveles de depresión y bipolaridad del planeta. 

Y es que como ya es muy conocido, hay que prestarle atención a este tipo de trastornos porque algunos de ellos pueden desencadenar en tragedias. Para no ir muy lejos, está el caso del copiloto que estrelló el Airbus A320 en los Alpes franceses, dejando 150 muertos, por causa de una supuesta enfermedad depresiva.   

Sin embargo, no todo es tan grave, ya que es muy común que las personas relacionen todo lo malo que les pasa con una depresión cuando en realidad son solo tristezas que hay que vivir, según lo explica el psicólogo de la universidad Javeriana y experto en el tema, Jorge Arce Hernández. 

“Lo primero que hay que identificar es el por qué se está triste. Muchas veces hay razones que no queremos reconocer como una ruptura amorosa, un fracaso en el trabajo, un disgusto, una pérdida de dinero, y cosas por el estilo que pueden hacernos sentir así”, afirma el especialista. 

Pero si el caso no es una simple tristeza y hay algo más de fondo, se debe explorar para encontrar el origen del trastorno pues “hay que aparatar las tristezas de la depresión. Muchas cosas que nos generan tristeza, pero cuando una tristeza no se vive como se debe, se vuelve depresión y esta implica estar afectado hasta en lo físico”. 

Existen muchas formas de identificar el origen y también, muchas recetas y terapias para tratarlo y curarlo; pero Jorge Arce Hernández asegura que encontró las mejores herramientas para ambos casos. 

Constelaciones Familiares es un tipo de psicoterapia sistemática desarrollada por el alemán Bert Hellinger, quien tiene entre sus estudios filosofía, teología, y pedagogía. La teoría sostiene que el 70% de los problemas psicológicos que nos afectan provienen de nuestra historia y relación familiar porque todo lo que han vivido nuestros antepasados, se va transmitiendo a través del tiempo. 

“Lo que somos hoy, nuestros bloqueos, nuestros problemas, nuestros vacíos, tienen que ver en gran parte con nuestra herencia familiar emocional.  Así que muchas de las cosas que nos pasan, como la depresión, pueden tener que ver con cosas que no son de nosotros, cosas que ni siquiera conocemos”, enfatiza Arce, de 42 años.  

Además, el psicólogo, apoyado en la teoría de Hellinger, afirma que una persona que se siente deprimida y no sabe por qué, de alguna manera, no se la lleva bien con alguno de los padres o los dos. “La fuerza y la confianza que necesita una persona para su vida, toda la vitalidad, proviene de sus padres porque ellos le dieron la vida. Entonces si se excluye, se rechaza de alguna u otra manera a alguno de los dos, la persona ya está andando incompleta y a la mitad”. 

La terapia que plantea las Constelaciones Familiares es básicamente una aceptación, reconciliación y movimiento de los aspectos que están bloqueando el progreso y la felicidad y que según el experto “libera de todas las cargas que se tienen para abrir el camino en busca del progreso”, es una especie de sanación. 

“Una vez se identifica el problema, que sale a la luz en una sesión, comienza a trabajarse con una serie de frases y de movimientos corporales para sacar y acomodar todo eso que se hereda y que impide de varias maneras que estemos bien. Todo se trata de reconocer, equilibrar y organizar, porque hay algunos roles en la familia que se invierten y eso también influye”, dice el experto en comportamiento humano. 

El psicólogo, que ejerce en Bogotá y junto a su novia atiende su consultorio y fundó una empresa llamada ‘Kaivalya’, asegura que solo se necesita de una terapia grupal, que tarda 45 minutos, y dos personales, que son de hora y media cada una, para ver los resultados inmediatos. 

Otras de las herramientas que utiliza Jorge Arce Hernández y que está basada en la teoría del psicólogo checo, Stanislav Grof, es Matrices Perinatales. Grof plantea, básicamente, que todo lo que se vivió desde el momento de la gestación, el tiempo que se pasó en el vientre y hasta en el parto, influye en nuestra vida. 

“La madre transmite todo a su hijo y por lo general, cuando los embarazos no sufren ningún tipo de alteración, la etapa más complicada es el parto porque allí se vive un momento tenso  en donde el bebé lucha por su vida, siente miedo, se asfixia, se desprende del cuerpo de su madre y según como se vivan estas instancias, pueden determinar el carácter y la actividad psicológica de la persona”, asegura Arce. 

En estos casos, que también salen a la luz en las terapias, se trabaja para mejorar el carácter de las personas para generar cambios en los puntos de mejora. “Una persona nunca va a dejar de ser quién es, ni tampoco cambiar por completo. Pero sí podrá mejorar esos aspectos que necesita cambiar y sabrá afrontar mejor los problemas y las situaciones del diario vivir para sentirse mejor consigo misma” dice Jorge. 

Jorge Arce Hernández también propone una fórmula a la que llama RRS (Reconociendo-Reconectando y Sanando). “El niño o la niña que fuiste ahora es tu niño interior y generalmente está herido, por situaciones complejas o sencillas, y esas heridas (el miedo, la rabia, la culpa, la tristeza) impiden una reconexión total con la vida”.

A través de ejercicios vivenciales que práctica Arce en sus terapias, la reconexión con ese niño interior que él cita, es el comienzo de una sanación que también ayuda a superar la depresión.  

Luisa Fernanda Santa Cruz, administradora de empresas de 26 años, puede dar fe de la efectividad que tienen las terapias de Jorge Arce Hernández y lo acertadas que son las teorías en las que se basa. “Me funciono porque comprendí que no tengo la culpa de todo lo malo que me pasaba, porque aprendí a perdonar a todos los miembros de mi familia por cosas malas que hayan hecho, porque aprendí que nadie es perfecto y cada uno tiene que cargar sus propia cargas”, dice Luisa.

Arce por su parte asegura sentirse satisfecho con su trabajo porque al final “los pacientes son los que validan el proceso” y espera que mucha gente pueda tener acceso a este y otro tipo de herramientas que él utiliza porque “se puede decidir ser feliz, solo se deben encontrar las herramientas y se puede decidir quién le ayuda a encontrarlas”. 

Aunque reconoce que su labor es parte de su sustento (un proceso puede ir desde $120.000 hasta $1.000.000) intenta ayudar, en días seleccionados, a los que no pueden pagar por el total de sus honorarios, permitiéndoles pagar lo que ellos puedan.