El día en que el fútbol se rindió a los pies de Messi

Cuando el número 30 entró al campo nadie imaginó estar ante la presencia de uno de los mejores de todos los tiempos. Nadie apreció el enorme acto de valentía del técnico que a falta de ocho minutos para el final del derbi catalán entre el Espanyol y el F.C Barcelona, uno de los más importantes de España, decidiera hacer un cambio que, al menos en papeles, no tenía nada de inteligente. Frank Rijkaard decidió sustituir a Anderson Luis de Souza, más conocido como Deco y uno de los mejores mediocampistas de Europa; por un canterano de 17 años, de 1.69 de estatura, y que poco o nada se sabía de él por fuera de Barcelona. Su camiseta número 30 estaba marcada con el apellido de Messi, y de su nombre no se sabía bien si era Leonel o Lionel. Era argentino, pero a decir verdad, ni en Argentina sabían mucho del debutante.

Y era lógico que no supieran en Argentina, porque a pesar de haber jugado en las inferiores de Newell’s, equipo de su natal Rosario, Lionel Andrés Messi se había trasladado desde los 12 años a Cataluña en busca de un tratamiento frente a su problema de crecimiento. El Barcelona, dotado de uno de los olfatos más desarrollados en el mundo del fútbol, apostó por la ‘pulga’, por su tratamiento, traslado, sostenimiento familiar, educación, vivienda y todo lo que fuese necesario para tener en sus equipos inferiores el jovencito que a los 17 años tres meses y 22 días se convertiría en el segundo jugador más joven en debutar con el primer equipo de Barcelona.

Lo de Messi aquel 16 de octubre de 2004 fue tan inesperado como que Rijkaard, el técnico del Barcelona para la época, decidió apostar por un canterano que no jugaba en el Barcelona B, el último peldaño para debutar con el primer equipo o ser vendido al mercado internacional, sino en el Juvenil A.

Messi era diferente y el técnico lo sabía, al igual que Deco al no molestarse por ser sustituido al minuto 82 para dar entrada a Lionel. También lo sabían las estrellas del primer equipo, que sin dudarlo le daban el balón al argentino para que maniobrara por las bandas a sus anchas. También lo sabía Ronaldinho, su tutor y referente, el maestro que años después, y no mucho después, sería superado por Messi cumpliendo con la inexorable ley de la vida de que el alumno supera al maestro.

Ya son 10 años desde aquel día en que Messi debutó oficialmente, pues con 16 años ya había sumado un par de minutos en un amistoso frente al Porto el 16 de noviembre de 2003, donde demostró en un par de jugadas el enorme talento que desbordaba a la nueva joya del Barcelona. Para el argentino no fue difícil hacerse al equipo de su vida. Completamente acomodado al estilo barcelonista, Lionel impresionaba por su velocidad y la enorme capacidad de regatear jugadores. Su zurda era precisa y la visión de juego lo transformaban en un gran generador, complementando la banda contraria en la que desequilibraba Ronaldinho. Sin embargo, Messi tenía algo reservado que con el paso del tiempo lo haría una estrella decisiva, y era aquella enorme capacidad para definir. Lionel empezó a competirle en goles a su amigo y compañero de equipo Samuel Eto.’La pulga’ desbancó a ‘nueves’ de área que pasaron por el equipo blaugrana como Thiery Henry o Zlatan Ibrahimovic.

Leo evolucionó y en pocos años fue titular indiscutible. Se convirtió en el jugador más importante del equipo catalán por encima de Johan Cruyff, Cesar Rodríguez, Kubala, Hristo Stoichkov, Rivaldo, Ronaldo y hasta Maradona.  Su nombre se apropió de todos los récords en el Barcelona:

·         Más goles anotados en un partido de Champions (cinco goles contra el Bayern Leverkusen)

·         Cuatro veces máximo goleador de la Liga de Campeones (de 2008 hasta el 2012)

·         Más goles anotados en el clásico contra el Real Madrid (21 goles, el primer hattrick de Messi fue precisamente en el 2007 contra el equipo merengue)

·         Más goles anotados en una temporada de la Liga de España (50 goles)

·         Máximo goleador de la historia del Barcelona (lleva hasta la fecha 389 goles, 20 más que el segundo, Paulinho Alcántara)

·         Mayor número de partidos consecutivos anotando en la Liga de España (Messi marcó por lo menos un gol en 19 partidos consecutivos en la temporada 2012-2013)

·         Récord absoluto en el jugador con más goles en un año (91 goles, superando en 2012 a Pelé que tenía 75 y al alemán Muller que registraba 85).

·         Primer y único jugador en ganar cuatro veces el Balón de Oro como el mejor del mundo (Messi ganó el reconocimiento consecutivamente desde 2009 hasta 2012).

Lionel Messi lleva diez años rindiendo a sus pies al mundo del fútbol, con tan sólo 27 años, ha roto los récords y ganado los títulos que se le han pasado por enfrente -está a punto de convertirse en el máximo goleador de la historia de la Liga de España-. Su nombre es sinónimo de genialidad. De una genialidad innata que quedó registrada en aquellos videos de principios de los 90 en que el pequeño Lionel regateaba a niños por doquier en su natal Argentina.

Lionel es posiblemente el mejor jugador de la historia del fútbol, y aunque parezca exagerada a veces esta afirmación, hay que revisar no más todas las estadísticas y registros que tiene la ‘pulga’, pues estas lo avalan. 

NoticiasRCN.com / Andrés Felipe Reza Galván