Al menos 20 muertos en Dominica por tormenta Erika

Al menos 20 personas murieron en Dominica producto de las inundaciones y desprendimientos por la tormenta tropical Erika, informó este viernes el primer ministro de la isla caribeña, Roosevelt Skerrit.

"Hasta ahora nos han confirmado que al menos 20 ciudadanos han muerto, y algunos están desaparecidos", dijo Skerrit en un discurso a la nación, después de monitorear la isla.

"El daño visual que vi hoy, me temo, puede haber impulsado nuestro proceso de desarrollo marcha atrás en unos 20 años", indicó el gobernante, quien acotó que "lo más preocupante, sin embargo, es la pérdida de vidas". 

Al respecto destacó que hubo daño masivo a las instalaciones claves de infraestructura y rutas, y que "cientos de hogares de todo el país han sido destruidos o se volvieron inseguros para ser ocupados".

Más temprano Skerrit había anunciado un saldo de 12 muertos pero aclarando que el número podía "ser mayor". 

Por su parte, el ministro de Obras Públicas y Puertos de Dominica, Ian Pinard, había informado previamente de al menos 25 muertos y muchos desaparecidos.

De su lado, reportes de la prensa local hablaban de 35 muertos, la mayor parte en la pequeña villa de Petite Savanne, que quedó aislada por la fuerza de las lluvias.

Dominica recibió entre miércoles y jueves más de 300 mm de lluvias lanzadas por Erika, que produjeron desprendimientos y graves daños a la infraestructura de la pequeña excolonia británica, incluido el principal aeropuerto.

"El país ha sido devastado severamente", dijo Ian Pinard, a la cadena TV6 en Trinidad y Tobago.

Islas vecinas en el Caribe han enviado helicópteros a Dominica para ayudar en las labores de rescate, informó la prensa local.

"Se necesitan kits de primeros auxilios, agua fresca y suministros médicos", agregó el primer ministro.

Los vientos y lluvias de Erika golpeaban la tarde del viernes República Dominicana y Haití, luego de haber dejado fuertes precipitaciones en gran parte del Caribe, según el Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, Florida.

La trayectoria de la tormenta debería llevarla posteriormente cerca de la costa noreste de Cuba y Las Bahamas y a principios de la semana a Florida, que ya declaró estado de emergencia para agilizar los preparativos.