¿Qué le pudo haber pasado al submarino argentino Ara San Juan?

Mientras las autoridades militares del país austral libran un intenso operativo para dar con las coordenadas del submarino Ara San Juan, cuya última posición conocida fue en el área de operaciones del Golfo de San Jorge, en la Patagonia Argentina, en Colombia expertos en navegación submarina enumeran varias hipótesis de las causas que habrían provocado la falta de contacto con la tripulación del submarino. (Argentina busca desesperadamente el submarino Ara San Juan)

El contralmirante submarinista Francisco Cubides, director de la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla asegura que "lo más importante a bordo de un submarino es el aire comprimido, el cual le permite emerger a superficie cuando va a entrar a puerto o en caso de emergencia. La nave se propulsa y se mueve gracias a un sistema eléctrico alimentado de la energía almacenada en grupos de baterías. Si han tenido alguna novedad eléctrica pueden estar a la deriva en la superficie o en lo profundo". (Submarino argentino reportó avería en su última comunicación)

Otra de las teorías tejidas por los expertos colombianos apuntan a una posible entrada de agua al submarino, lo que lo habría hecho ganar peso e irse al fondo.

También se puede haber presentado un incendio lo cual demanda que el submarino deba salir por obligación a superficie, "pero hasta el momento no ha sido detectado", aclara el oficial.

Otra posibilidad es que las antenas de comunicación hayan sufrido daños debido a la fuerza del oleaje del océano Atlántico en ese sector y no haya sido posible una comunicación informado la posición y condición del buque. (Un ruido alienta la esperanza de hallar el submarino)

El vicealmirante (R) José Ignacio Rozo Jose Ignacio Rozo, excomandante de la flotilla de submarinos de la Armada colombiana agrega que los submarinos en tiempos de paz se reportan cada 12 horas y afirma:

"Después de cinco días podrían estar en superficie sin propulsión eléctrica y en condiciones de ser detectado por los buques de tráfico marino o los radares como un objeto no identificado".

Hasta el momento las informaciones no incluyen la posiblidad de un accidente ocurrido en las profundidades del océano Atlántico por lo que el militar en retiro añade:

"Sabemos que no ha tenido colisión con un buque de superficie en tránsito porque no hay reporte de eso y si no tiene daño estructural él puede renovar el oxígeno saliendo a profundidad de periscopio o en superficie a tomar aire para ventilar buque y su atmosfera interior sin energía eléctrica", añade el oficial en retiro.

El director de la Escuela Naval, contralmirante Cubides, es más técnico en su explicación, pero permite hacerse una idea de cómo funcionan estas supermáquinas de la industria naval:

"En caso de que el submarino Ara San Juan se quede sin propulsión en inmersión por problemas en las baterías, el comandante deberá tomar la decisión de ir a superficie evacuando el agua de mar depositada en los tanques de lastre mediante la inyección aire comprimido, de esta forma la nave gana flotabilidad positiva y emerge sobre el agua. Una vez en esta condición se deberán arrancar los motores generadores para propulsar en condición de emergencia y llevar el submarino a puerto seguro”.

"En el peor de los casos, pueda que estén sin propulsión y hayan tenido una emergencia mayor que los obligue a estar en el fondo. A una profundidad mayor  a 75 metros desde donde no pueden escapar, se pone en juego la experiencia y entrenamiento de la tripulación para enfrentar este tipo de emergencias en procura de mantener la máxima condición segura del submarino, gastar el menos aire, controlar la atmosfera, emitir ruido y esperar ser rescatados", finaliza el oficial activo.

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