Cinco claves sobre la catástrofe del MH17

Una comisión internacional encabezada por investigadores holandeses presentó este martes su informe sobre la catástrofe aérea del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, que cayó en suelo ucraniano a mediados de 2014.

Quince meses después del hecho, en el que fallecieron 298 personas, el informe reaviva la polémica sobre la responsabilidad de la tragedia, apuntando al impacto de un misil de fabricación rusa como la causa más probable.

Un hecho “sin explicación”

El 17 de julio de 2014 el Boeing 777 de Malaysia Airlines que cubría la ruta Ámsterdam-Kuala Lumpur con 283 pasajeros, 193 de ellos holandeses, se precipitó a tierra en Ucrania tras volar a 33.000 pies (unos 10 kilómetros) de altura.

Videos y fotografías del hecho inundaron los medios del mundo mientras al poco tiempo el gobierno ucraniano acusó a los separatistas de haber derribado el avión comercial, cuyos restos cayeron cerca al pueblo ucraniano de Grabove, en la zona de Donetsk, bastión de los prorrusos.

Versión de Ucrania vs. versión de Rusia

La acusación de Kiev de que los separatistas usaron misiles antiaéreos proporcionados por Rusia para derribar el MH17 fue rápidamente apoyada por la inteligencia de EE.UU. La diplomacia mundial volvió a hacer un llamado a cesar el conflicto y en sesión urgente el Consejo de Seguridad de la ONU pidió una investigación independiente.

En medio de las acusaciones, Rusia no descartó que el avión fuera derribado pero culpó al gobierno ucraniano por el hecho y por no cerrar su espacio aéreo a este tipo de aeronaves, luego de que se conociera que solo la región de Crimea había sido vetada para el paso de vuelos comerciales.

Al enfrentamiento se sumó el anuncio de los separatistas que hallaron las cajas negras del avión de que solo las entregarían al gobierno ruso, mientras los cuerpos de rescate internacionales pedían a Rusia proteger su acceso al área de la tragedia.

La polémica sobre los BUK

Desde el momento de la tragedia se barajó la posibilidad de que un misil BUK hubiera sido disparado contra el avión, algo que no descartó el primer informe de la Oficina Holandesa de Seguridad (OVV) y que se confirmó en el informe presentado este martes.

Los BUK, misiles tierra-aire fabricados por Rusia, pueden alcanzar casi cualquier objetivo en el aire y estallan junto a él. Son disparados desde una lanzadera móvil y en base a los registros de radar.

Aunque Rusia y los separatistas han negado que este tipo de armas estén bajo el control de los rebeldes que controlan parte del este del país, la hipótesis tomó fuerza debido a que los separatistas robaron uno de estos antiaéreos tras tomar una base del Ejército en Donetsk, días antes de la tragedia aviones militares ucranianos habían sido derribados en la misma zona, y un Boeing 777 podría confundirse en el radar con un avión militar.

Informes encontrados

Rusia, en respuesta a las acusaciones de Occidente, preparó su propio informe sobre la tragedia y basándose en estudios hechos por el consorcio de defensa antiaérea Almaz-Antei negó las hipótesis a las que hasta el momento habían llegado los investigadores holandeses.

Según el informe ruso, el misil sería un BUK fabricado por la Unión Soviética (eximiendo así de responsabilidad al gobierno ruso) y habría estallado a 20 metros del motor izquierdo de la aeronave.

Además, señala que según cálculos y simulaciones del impacto el misil habría sido disparado desde inmediaciones de la aldea de Zaróschenskoye, zona controlada por el Ejército ucraniano.

Finalmente, Rusia ha cuestionado que la investigación holandesa no tomara en consideración las conclusiones de su informe ni datos desclasificados por el fabricante ruso del sistema antiaéreo BUK.

Un futuro incierto

Los familiares de las víctimas afirmaron que el informe publicado por la OVV este martes permitiría mantener la presión para detener y juzgar a los culpables. 

La fiscalía holandesa aseguró a finales de junio que había identificado a numerosas "personas de interés" en la investigación sobre los responsables de lo ocurrido, sin poder señalar a ningún sospechoso.

Sin embargo, expertos consideran improbable determinar puntualmente a los culpables del hecho y juzgarlos.

A esto se suma que Rusia vetó el 29 de julio en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución para crear un tribunal especial, una medida reclamada entre otros por Holanda, para juzgar a los responsables de la catástrofe.

Más información en el especial La tragedia que no debió ocurrir

NoticiasRCN.com / AFP