Los protagonistas en la negociación sobre el programa nuclear iraní

Comparten una misión: encontrar un acuerdo sobre el programa nuclear iraní. Se llaman Kerry, Zarif, Fabius, Lavrov... Estos trotamundos de la diplomacia protagonizan, cada uno a su manera, unas larguísimas negociaciones. Este es su retrato:

El secretario de Estado norteamericano, John Kerry

Con su figura esbelta y su cabello entrecano, John Kerry se convirtió, a los 71 años de edad, en una figura clave de esas negociaciones. Su especialidad: pasear a orillas del lago Lemán o hacer bicicleta entre dos tandas de negociaciones. Hijo de diplomático, Kerry pasó gran parte de su infancia en Europa. El exsenador de Massachusetts (durante 29 años) y candidato perdedor contra George W. Bush en 2004 habla francés, y también algunas palabras de alemán e italiano.

El canciller iraní, Mohamad Javad Zarif

Mohamad Javad Zarif se muestra muy a menudo sonriente, con los ojos entornados tras el cristal de sus gafas. Una sonrisa que contrasta con la imagen más bien austera de los distintos líderes iraníes en los últimos años. El canciller de 55 años estudió en Estados Unidos y habla inglés. Fue el primer ministro en disponer de cuentas en las redes sociales Facebook y Twitter, a pesar de que ambas están prohibidas en Irán. Zarif, veterano de la Revolución Islámica que acabó con el régimen proestadounidense del Sha en 1979, cree en la continuación del programa nuclear de su país. Con sus opiniones moderadas, mantiene unas relaciones complicadas con las facciones ultraconservadoras del régimen.    

Ali Akbar Salehi, jefe del programa nuclear iraní

Ali Akbar Salehi, de 66 años, entró en las negociaciones junto al secretario estadounidense de Energía, Ernest Moniz, para ayudar a superar los obstáculos técnicos en las últimas semanas. Doctor en ingeniería nuclear por la universidad estadounidense MIT, se le ha visto haciendo cálculos en hojas de papel con Moniz para hallar soluciones a los aspectos más complejos. Optimista y sonriente, está implicado en el programa nuclear y en las negociaciones desde 2003.  

La antigua jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton

Esta británica se convirtió en la primera ministra de Relaciones Exteriores en la Unión Europea en 2009. El cargo no ha aumentado, sin embargo, el ego de la baronesa de Upholland. Ashton, que suscitó críticas en sus inicios, defendió su "diplomacia discreta" y acalló a sus detractores al dar un nuevo impulso a las negociaciones sobre el programa nuclear iraní y conseguir un primer acuerdo de seis meses en noviembre de 2013. Abandonó su cargo a finales de 2014, cediéndolo a la italiana Federica Mogherini.

El canciller francés, Laurent Fabius

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, desempeñó el papel de "halcón" a lo largo de las negociaciones. Se opuso, por ejemplo, a un primer acuerdo provisional en noviembre de 2013. Este político de 68 años, alto y elegante, guarda unos recuerdos "desastrosos" de Irán, según fuentes diplomáticas, ya que fue el primer ministro francés en el periodo más tenso de las relaciones entre París y Teherán. Francia, que apoyaba a Irak en su guerra contra Irán, sufrió entonces numerosos atentados cuya autoría atribuyó a Teherán.

El canciller ruso, Serguei Lavrov

Serguei Lavrov, un político astuto y amante de la ironía, lleva más de una década dirigiendo la diplomacia de su país, tras un destacado paso como embajador de Rusia en la ONU. No esconde su desprecio por los medios de comunicación. Este aficionado al whisky escocés y fumador empedernido milita por que se permita fumar en los pasillos de Naciones Unidas. Defiende con firmeza la línea de Moscú, y sus relaciones con Kerry empeoraron en los últimos meses con la crisis en Ucrania.

La negociadora estadounidense, Wendy Sherman

Wendy Sherman conoce las cuestiones relaciones con el programa iraní al dedillo. Tuvo tiempo de familiarizarse con los temas de proliferación armamentística durante sus años como coordinadora de la política estadounidense respecto a Corea del Norte, entre 1997 y 2001. Figura importante en el Partido Demócrata, adquirió una fama de negociadora incansable e inteligente. Su optimismo se agotó un poco tras semanas de negociaciones con Teherán en Viena, donde dijo que estaba harta de comer 'schnitzels' (escalopes empanados típicos de Austria).

El negociador chino, Wang Qun

El representante chino en las negociaciones sobre el programa nuclear es, sin duda, un profesional muy serio, preocupado por el papel de China en Oriente Medio. Pero lo que más llama la atención de Wang Qun, director general del armamento chino, es su impresionante colección de corbatines. "Tengo todo un arsenal" de pajaritas, dijo a los periodistas en Lausana. "Invito al Organismo Internacional de Energía Atómica a venir a verlas", bromeó.

AFP