Experimento demostró cuántas veces tocan a las mujeres en TM

Con la ayuda de la Universidad de La Salle se hizo un experimento. Seis sensores fueron desarrollados  por la facultad de Ingeniería y almacenas pulsaciones con una duración superior a un segundo y la guarda en un dispositivo especial.

"Básicamente funciona a través de un sistema que captura cuántas veces la persona toca, pero tuvimos que calibrar para poder determinar que la persona haya tocado con bastante intención", aseguró José Tumialande, jefe de laboratorio de la Universidad de La Salle.

Esos sensores se los instalaron a una mujer voluntaria que accedió a realizar el experimento. Los sensores están distribuidos dos en el pecho, dos en los glúteos, uno en la espalda y otro en el abdomen.

El recorrido de María, nuestra voluntaria, fue el habitual. Todos los días a las 5:30 de la mañana se moviliza entre la estación La Alquería y la Calle 100. Los articulados van completamente llenos y a simple vista no se observa nada inusual. Los hombres por lo general prefieren hacerse cerca a las mujeres —eso quedó en evidencia con el experimento—.

María intenta evitar cualquier contacto pero resulta imposible por la cantidad de gente. Finalmente llega a su destino. En total se hicieron tres pruebas con recorridos similares. 

Los sensores 1 y 5 estaban ubicados en el pecho, el 3 y 4 en la cola, y el 2 y 6 en la espalda y abdomen. La efectividad podría llegar a ser del 70 por ciento, es decir que de 100 toques 70 podrían ser voluntarios o casos de abuso.

Los resultados fueron los siguientes: los toques en el pecho en el primer recorrido reportan dos en el lado izquierdo y uno en el derecho, en el segundo recorrido fueron cinco toques en el izquierdo y ocho en el derecho y en el tercer recorrido la relación fue de tres frente a dos. 

En el caso de los sensores 3 y 4 en el primer recorrido se presentaron seis toques, en el segundo 19 y en el tercero cinco.

En el caso de la espalda y abdomen los toques son más ya que son las partes del cuerpo que más contacto tienen por la congestión. En general, seguramente muchos son involuntarios, pero una buena parte no lo son. 

Los abusos en el sistema ocurren todos los días y este experimento demuestra qué tan cierto es y lo vulnerable que resultan las mujeres en un sistema que está a punto del colapso.