Los equipos instalados en el centro de control de Barraquilla y que serían los mismos que se instalarán en Bogotá, son el nuevo centro de un incumplimiento contractual que podría ser superior a los 56.000 millones de pesos.
En una carta, la Aerocivil le reclama a la empresa española Indra que estos son los equipos prometidos.
"Las actuales consolas no brindan una mejora tecnológica sobre lo ofertado, lo que se configura en un incumplimiento concreto. Se encontró que no existe una mejora tecnológica en las mesas entregadas", dice la Aerocivil en su carta.
Los controladores indican que no están dispuestos a trabajar con los equipos suministrados.
La Aerocivil también advierte que la consola prometida era personalizada y se adaptaba a cada usuario, en este caso, los controladores aéreos.
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