Igor, el "terror" de los narcotraficantes en el aeropuerto El Dorado

Sería con este el acierto número 15 de Igor.

Con sólo 4 años pero un fuerte entrenamiento en detección de sustancias este perro antinarcóticos ha ayudado a la Policía Metropolitana de Bogotá a incautarse de unos 200 kilos de marihuana en el Aeropuerto de mayor movimiento de carga y pasajeros en el país.

Según el Mayor Óscar Aguilar, Jefe del Grupo de Carabineros de Bogotá, con este record el Labrador Golden de no más de 34 kilos de peso se ha convertido en "el terror de los traficantes de sustancias narcóticas" que usan el terminal aéreo como "plataforma" para distribuir la droga ilegalmente a otras regiones.

En este caso, los 44 kilos de marihuana estaban camuflados en paquetes que a su vez presentaban recubrimiento de plástico y aluminio con el propósito de evadir los controles de las autoridades y de las máquinas detectoras de elementos extraños.

Pero lo que no contaba el responsable de este cargamento era con el "super olfato" de Igor, que en cuestión de una revisada puso al descubierto las intenciones de quien pretendía enviar la carga tipo encomienda a la capital de Amazonas.

"Los delincuentes tratan de camuflar la droga usando cremas, químicos, plásticos y hasta metal, pero lo más eficiente para detectarla es el olfato de nuestros caninos", asegura el mayor Aguilar.

Igor hace parte de un contingente de 120 caninos entrenados especialmente durante un año para detectar sustancias alucinógenas y explosivos no solo en el aeropuerto de esta capital.

Desde cachorro Igor hace parte de la familia de la Policía. "Primero los entrenan en la escuela de Carabineros y luego a cada uno se le asigna un guía para que pase la mayor parte del tiempo con él a fin de generar un vínculo mayor", cuenta el oficial.

Todos, de acuerdo con su fuerte y entrenamiento, prestan diferentes servicios a la Policía donde es bueno también que los roten de lugares de trabajo para combatir el estres y el aburrimiento. Ocho años después, según evaluación médica, son "pensionados" o retirados de este trabajo para que se dediquen a descansar y a recibir el cariño y la atención necesaria en las distintas unidades policiales. 

Pero no es el caso de Igor. Por ahora, seguirá prestando sus servicios de perro antinarcótico en el Dorado de Bogotá. Sus resultados son prueba de que todavía le queda "mucho olfato por delante" para ayudar a combatir el narcotráfico en este país.

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