La jornada de interminables filas y carreras por un puesto en buses de Transmilenio y el Sitp terminó con disturbios en el centro de Bogotá.
Miles de bogotanos optaron por el transporte informal para regresar a sus casas. Los transportadores por su parte, se preparan para el tercer día de paro en la capital.
Algunos conductores inconformes lanzaron piedras a los buses que prestaban el servicio en algunos sectores de la ciudad y que no hicieron parte del paro.
Pasado el mediodía, tras el fracaso de las negociaciones entre el Distrito y los propietarios de buses tradicionales, los transportadores en paro se tomaron la Carrera Décima en el centro de Bogotá, intentaron bloquear la vía y se enfrentaron a la fuerza pública.
En esta jornada los buses del sistema integrado, trabajando con sobrecupo y el Transmilenio al borde de su capacidad, movilizaron cerca de 3 millones 500.000 personas.
El balance de la jornada son nueve vehículos atacados y tres personas heridas.
Los transportadores advirtieron que la situación podría agudizarse este miércoles, pero aseguran que están dispuestos a negociar con la Alcaldía.