Analistas: sobre tema medioambiental, "Gobierno no tiene nada qué negociar"
Luego de que el Consejo de Estado solicitara al Gobierno llevar a La Habana los daños al medio ambiente por parte de las Farc, analistas no ven viable este escenario.
Noticias RCN
julio 06 de 2015
12:24 p. m.
12:24 p. m.
Como necesaria pero con pocas probabilidades de éxito calificaron observadores de la realidad nacional la solicitud realizada por el Consejo de Estado al Gobierno de llevar el tema medioambiental a la mesa de diálogo con la guerrilla de las Farc en Cuba, con el fin de que sea incluido en la agenda de paz para, con ello, lograr "la protección del ambiente sano, los bienes ambientales, recursos naturales, ecosistemas, biodiversidad y la naturaleza" y, además que estas problemáticas, "se tengan en cuenta en cualquier negociación con grupos insurgentes".
La petición del alto tribunal llega en un momento en que la guerrilla de las Farc aumentó sus acciones armadas en contra de infraestructuras petroleras y energéticas del país, provocando los daños más graves al medio ambiente en los últimos diez años y dejando afectadas a casi dos millones de personas en departamentos como Nariño, Valle del Cauca y Norte de Santander.
En las últimas semanas, miembros de este grupo insurgente dinamitaron el oleoducto trasandino en inmediaciones del municipio de Tumaco, dejando sin servicio de agua a sus pobladores y derramando petróleo en los principales afluentes de la región, provocando afectaciones al medio ambiente de magnitudes no registradas al menos en una década.
Este lunes, nuevamente las Farc dinamitaron un tramo del oleoducto Trasandino en Putumayo, en zona rural de Orito, sobre la vía entre puerto Asís y Pasto. Por el hecho el tránsito vehicular fue suspendido en el sector.
El Consejo de Estado señala que los bienes ambientales están protegidos convencional y constitucionalmente, por lo que atentar contra ellos representa la violación del artículo 55 del Convenio I de Ginebra, que regula los conflictos armados internacionales y establece que "en la realización de la guerra se velará por la protección del medio ambiente natural contra daños extensos, duraderos y graves".
Sin embargo, y pese a destacar la importancia de tratar este tema en La Habana con las Farc, analistas políticos consideran que el llamado del Consejo de Estado no es viable para el Gobierno ya que, argumentan, existe una agenda determinada y el proceso de diálogo se encuentra en un punto álgido en el que incluir un punto nuevo de negociación sólo conduciría a mayores dilaciones en la mesa.
Asimismo, consideran que si el Gobierno decidiera modificar la agenda bilateral, esto conduciría a que la guerrilla hiciera lo propio.
"Desde el inicio de los diálogos se plantearon unos puntos específicos a discutir y agregar, a esta altura, uno nuevo abre la puerta para que las Farc quieran modificar la agenda, lo que es algo poco recomendable y violaría los acuerdos planteados en 2012", dice el analista político Diego Arias.
El experto en conflicto añade que aunque el tema medioambiental es de los más importantes, el escenario de la mesa de diálogo no es propicio para lograr acuerdos de protección de los recursos naturales y añade que es necesario que el Estado ejerza "presión para que se cumplan las normas internacionales contempladas en el Derecho Internacional Humanitario. El Gobierno no tiene nada qué negociar, es solo exigir que se respeten los límites de la guerra".
"El medio ambiente y la sociedad civil no son los enemigos y la guerrilla no debería incluirlos en sus procesos de guerra. Por ello el Gobierno debe exigir que se respeten los acuerdos internacionales de protección y debe presionar para que se cumplan por parte de todos los actores armados, incluidas las guerrillas, las bandas criminales y la delincuencia común".
Arias considera que la estrategia de la insurgencia es presionar acuerdos en Cuba al atacar la infraestructura económica del país, golpeando a los gremios productivos y haciéndolo sin mayor despliegue militar y sin invertir demasiado en movilización de hombres y material de guerra.
"El combustible es una de las claves del desarrollo de la economía, así que atacar esas infraestructuras golpea directamente a uno de los sectores productivos del país y lleva a que haya presiones de parte de gremios económicos al Gobierno para que se logren acuerdos o se tomen decisiones al respecto. Y esto se logra con muy poco esfuerzo por parte de la guerrilla, ya que volar con dinamita un punto de los miles de kilómetros de tubería es muy fácil para ellos".
A su vez, el también analista político Ancízar Marroquín destacó la importancia de debatir sobre el medio ambiente, pero se preguntó por qué este tema sí.
"Cualquier ciudadano, gremio, grupo político, organización sin ánimo de lucro puede hacer esta clase de petición, buscando que temas particulares sean discutidos en Cuba, pero desde el inicio del proceso de paz quedó claro que había unos ejes sobre los que iba a girar la negociación y eso está establecido, además de que siempre se ha dicho que la regla de oro es que lo que ocurra en Colombia no repercute en la mesa de La Habana".
Marroquín, además de considerar que no es conveniente llevar la protección del medio ambiente a la isla, dice que la guerrilla busca presionar a los negociadores con estos embates y también demostrar que no están tan diezmados.
"Esta es una estrategia de guerra que busca la presión del Estado para ganar en uno u otro acuerdo. Las Farc quieren dejar claro que es una en medio de cese al fuego y otra cuando este está suspendido, como ocurre hoy. Además, quieren demostrar que no están vencidos y que todavía tienen capacidad de asestar golpes militarmente relevantes".
El analista explica que este es un momento muy complejo para Santos, ya que no puede perder la noción de que está negociando una salida negociada al conflicto en medio de la guerra y, aunque es de rechazar, estas son acciones enmarcadas en un conflicto armado.
"Santos está casi que maniatado. Lo que puede hacer es presionar a los negociadores para que aceleren los acuerdos y así llegar a un punto de cese bilateral en el que sí tendrá potestad de exigir que se suspendan todas las acciones armadas en contra de la población civil, como del medio ambiente e incluso las autoridades mismas. Entretanto, solamente puede regirse a lo que está en la agenda y pedir acuerdos tan pronto como sea posible".
Marroquín, sin embargo, destaca que la escalada de las últimas semanas provoca un desgaste profundo tanto a las Farc como al mismo Gobierno, que reciben sendas críticas de la sociedad en general y de una oposición que pide mayores hechos que revelen voluntad de paz.
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