Las columnas móviles de las Farc fueron diseñadas para tener mayor autonomía, y por lo tanto sus actuaciones no dependen directamente de un bloque o línea de mando. Para el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), esto las convierte en las unidades con más riesgo de convertirse en bacrim o de no desmovilizarse.
“En particular aquellas del bloque occidental, porque estas columnas están muy involucradas en el negocio del narcotráfico”, explicó Jorge Restrepo, director del Cerac.
La columna Daniel Aldana, que delinque en Nariño, la Miller Perdomo, que opera en Cauca, y la Jacobo Arenas, presente en Cauca y Valle del Cauca, han sido las que más han violado el cese al fuego unilateral declarado por las Farc.
“Que ninguna de las columnas móviles tiene una representación directa en La Habana”, agregó Restrepo, factor que también aumenta el riesgo de disidencia de estas estructuras.
Actualmente la columna móvil Jacobo arenas cuenta con 250 integrantes, la Daniel Aldana tiene 150 y la Miller Perdomo 54.
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