En un comunicado y posterior rueda de prensa, el Gobierno y la guerrilla del ELN dieron a conocer las reglas de juego del cese el fuego bilateral entre las dos partes.
En un comunicado y una declaración, firmados en la sede de la Cancillería ecuatoriana en Quito, las partes señalaron que con el propósito de concretar acciones dinámicas humanitarias acordaron un cese al fuego bilateral y temporal "que reduzca la intensidad del conflicto armado y mejorar la situación humanitaria de la población".
Pablo Beltrán, jefe de la Delegación del ELN, subrayó que este acuerdo bilateral y temporal tiene el espíritu de la reconciliación y rebajar la intensidad del conflicto.
Advirtió que, aunque está pactado para comenzar el 1 de octubre, "la aspiración nuestra es que ese espíritu para bajar el conflicto comience hoy mismo, que no esperemos, y esperamos que también sea el espíritu del Gobierno".
Por su parte, el jefe de la delegación del Gobierno, Juan Camilo Restrepo, subrayó que "no se ha pactado solamente un silenciamiento de fusiles; se ha pactado también la suspensión de hostilidades durante la vigencia del cese al fuego".
Restrepo dio a conocer las características del cese al fuego y de hostilidades y dijo que el ELN se comprometió a suspender "cualquier secuestro contra ciudadanos nacionales o extranjeros, todo atentado contra la infraestructura del país, incluido naturalmente los oleoductos. Suspensión de enrolamiento de menores con edades inferiores a las mínimas autorizadas por el Derecho Internacional Humanitario y abstención de instalar artefactos antipersonales que de cualquier manera puedan poner en peligro la integridad de la población civil".
El ELN ha protagonizado cuatro intentos fracasados de negociaciones de paz. El primero a principios de los años 90 con el entonces presidente César Gaviria (1990-1994), luego con los gobiernos de Ernesto Samper (1994-1998) y Andrés Pastrana (1998-2002), y uno más durante el periodo de Álvaro Uribe (2002-2010).