Entre críticas y apoyos, los diálogos viven uno de sus momentos más agitados

El 2015 ha tenido varios hechos relevantes en torno al proceso de paz. Los diálogos de La Habana, que hace apenas unos meses pasaron por una de sus peores crisis tras el secuestro de un general activo en Chocó, hoy parecen avanzar hacia la consecución de un acuerdo, aunque todavía existen mucha polémica y reparos sobre temas clave como la aplicación de la justicia y la manera en la que las víctimas de la guerrilla serán resarcidas tras la violencia que sufrieron durante décadas.

La llegada de miembros activos de las Fuerzas Armadas a la mesa de negociación de Cuba para tratar el tema del cese al fuego con el objetivo de lograr acuerdos lo más rápido posible, es para expertos el más reciente acto que prueba el avance de los diálogos y su acercamiento a la recta final.

Además, antes de este viaje, se dio un hecho histórico al conocerse la designación de Bernard Aronson como enviado especial de los Estados Unidos a Cuba para ser parte del proceso de negociación. Aronson ya viajó a la isla y sostuvo reuniones con miembros de las delegaciones del Gobierno y de la guerrilla.

Pero tal vez el anuncio del presidente Juan Manuel Santos de que está dispuesto a interceder ante los Estados Unidos para evitar una eventual extradición de miembros de las Farc a ese país, es el hecho que mayor relevancia tiene, ya que significa que el tema de la aplicación de justicia, posiblemente el más espinoso de los que quedan en la mesa, podría empezar a destrabarse.

Durante una visita de Santos a España, se conoció que el Jefe de Estado tiene muy presente la posible petición de libertad de 'Simón Trinidad', una de las fichas clave de las Farc durante el fallido proceso de paz del Caguán y quien hoy paga en los Estados Unidos tres penas de cárcel por delitos cometidos contra Norteamérica. La guerrilla ha exigido que su condena sea condonada y que haga parte de los diálogos en Cuba. 

Sin embargo, pese al optimismo que estos tres momentos han generado entre la opinión pública y expertos en conflicto armado, las críticas por el rumbo que están tomando las negociaciones están sonando con mucha fuerza.

El expresidente Álvaro Uribe ha calificado de "ofensa" por parte de Santos que se trate la libertad de 'Trinidad' en instancias internacionales, y a través de Twitter se ha encargado de recordar los delitos cometidos por el antiguo jefe insurgente cuando se encontraba en Colombia.

Al tiempo, el senador del Centro Democrático Alfredo Rangel afirma que el anuncio de Santos de buscar evitar la extradición es "una prueba más de que se le hacen concesiones a la guerrilla sin que de por medio haya exigencias como el cese definitivo al fuego o la suspensión de delitos como la extorsión".

"Este tipo de anuncios preparan a la sociedad para que haya impunidad en este proceso de paz. Se está allanando un camino para que las exigencias de la guerrilla de no pagar cárcel sean cumplidas y así queden delitos muy graves sin castigo alguno".

Rangel dice que estas denuncias, hechas por el uribismo, han sido respaldadas por corporaciones internacionales como Amnistía Internacional y por el exsecretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, quien visitó Colombia y posteriormente Cuba para conocer de cerca el proceso de paz.

Para Rangel, Santos debe seguir el ejemplo de su antecesor, el expresidente Uribe, quien extraditó a ocho exjefes paramilitares a Estados Unidos. "Uribe envió a 'paras' a las cárceles de los Estados Unidos porque se probó que seguían delinquiendo. Y eso mismo es lo que debería hacer Santos. O al menos exigir un compromiso mayor y verificable de la guerrilla como condición para que permanezcan en Colombia".

El senador también critica la orden que se dio a tres altos mandos militares, un policía y un almirante de Marina de que viajen a La Habana para acelerar los diálogos sobre un cese al fuego bilateral. El congresista cree que esta decisión desmoraliza a las Fuerzas Armadas del país y permite un fortalecimiento de la guerrilla, quien, para él, sería la gran beneficiada de un eventual cese de hostilidades.

Por otro lado, el representante a la Cámara Rodrigo Lara Restrepo defiende la llegada de los uniformados a la isla y asegura que esta decisión es una de las más importantes durante este momento porque "no puede haber un proceso de paz con las Farc en donde no participen las Fuerzas Armadas".

Lara Restrepo opina que este hecho, sumado a la participación de Estados Unidos, es una "clara muestra de que el proceso está muy sólido y en un momento muy cercano al final".

El abogado Fernando Gómez también cree que los hechos de los últimos meses llevan a que se acelere la resolución del conflicto, aunque considera que los tiempos planeados para ratificar los acuerdos en las urnas en octubre no podrán cumplirse.

"Estamos asistiendo a un avance muy claro de los diálogos. Ya existe el apoyo de gobiernos extranjeros con mucho peso y los espaldarazos de personas muy influyentes como Kofi Annan o el expresidente (de Costa Rica) Óscar Arias, quienes han participado de resolución de conflictos similares al de Colombia. Esto es una señal de que hay avances rápidos y seguros".

Gómez añade que la llegada de los uniformados a Cuba es una manera de blindar el proceso de rumores acerca del futuro de las Fuerzas Armadas, una vez se firme un eventual acuerdo de paz.

"Lo que hace Santos es garantizar la transparencia de la negociación. Solamente quien está en uso de las armas puede ofrecer un panorama sobre un eventual desarme. Y esa es la importancia de que lleguen oficiales activos, que ellos transmitirán esta experiencia a la tropa, cancelando de esta manera la lluvia de rumores de que el Ejército se acabará y de que la Policía se dedicará a imponer multas".

Otras voces que se han oído a favor del proceso en los últimos días son las del exjefe del gobierno español, el socialista Felipe González, y de Jonathan Powell, quien dirigió el proceso de paz en Irlanda del Norte durante el mandato del británico Tony Blair. 

González, quien estuvo con Santos en España este fin de semana, ha dicho que "esta es la mejor oportunidad, el proceso es irreversible", aunque destaca que la reconciliación sigue planteando un gran desafío.

Powell, a su vez, identifica otra dificultad a superar. Se trata de la "crispación", debido a que "la oposición intenta dificultar lo más posible al presidente la consecución de la paz", ha dicho, al tiempo que ha llamado a la unidad.