Un conductor pasó nueve meses en la cárcel y estuvo a punto de ser extraditado por error

Fray Mauricio Bravo Plazas, un conductor de bus, fue capturado en mayo del 2017 en Cúcuta, según las autoridades, en ese momento estaba pedido en extradición por el gobierno de Brasil por ser el líder de una banda criminal especializada en el tráfico de estupefacientes a Europa y Brasil.

Desde que entró al pabellón de extraditables de La Picota, negó que quien aparecía en la circular roja de la Interpol fuera él.

“Dicen que yo estoy entre los siete más buscados del mundo. Yo he sido una persona que siempre ha trabajado, nunca había salido del país, nunca había montado en un avión”, dice Bravo Plazas.

Afirmó que su cédula la perdió en el 2011 y a quien la justicia busca tiene 10 huellas digitales. Él, desde niño, debido a un accidente, perdió dos dedos. Nueve meses después, la Corte Suprema de justicia le da la libertad.

Con las pruebas decretas y debidamente allegadas al trámite, se corroboró que el capturado no corresponde a la persona requerida en extradición por las autoridades judiciales de la República Federativa de Brasil, en tanto se estableció que fue objeto de una suplantación de identidad 

“Mucha tristeza le genera uno, cosas de la vida que uno nunca pensó que le ocurrirían, daños psicológicos a mí, a mi familia, a mi hija, a mi esposa… se desilusiona mucho del país donde uno nació y de donde es”, puntualiza Fray Mauricio.

El pasaporte con el cual se basaron los investigadores de la Dijin para realizar la captura fue expedido en Medellín. El documento, aunque legítimo, contiene información falsa. Por eso la alta Corte pidió investigar a los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores que lo expidió.

Se dispondrá la compulsa de copias con el fin de que se surta la investigación penal y disciplinaria contra la persona que suplantó al mencionado y a los funcionarios que intervinieron en la expedición de su pasaporte, señala el fallo de la Corte.

Andrés Pacheco, abogado de Fray Mauricio dijo que “estaremos instaurando las acciones legales pertinentes para que mi cliente se satisfagan todos sus daños y perjuicios debido al tiempo que duró privado de la libertad”.

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