Advierten graves consecuencias por sanción de la SIC a azucareros

La Superintendencia de Industria y Comercio sancionó este miércoles con 320.000 millones de pesos a Asocaña, el gremio de la industria azucarera, 12 ingenios y 14 directivos porque, según la entidad, concertaron los precios del azúcar en Colombia.

"Por haber colaborado, facilitado, autorizado, ejecutado o tolerado la conducta anticompetitiva, sancionada en la modalidad de cartelización empresarial", señaló Pablo Felipe Robledo, superintendente de Industria y Comercio.

Según la investigación del organismo de control, los sancionados obstruían la importación de azúcar desde Bolivia, Guatemala, El Salvador y Costa Rica.

"Las sanciones impuestas por la Superindustria ascienden a una suma superior a los 320.000 millones de pesos", explicó Robledo.

El gremio azucarero aseguró que son "falsas" las acusaciones de la superintendencia contra el sector. Advirtió que la multimillonaria sanción es "ilegal" porque incluyó hechos que no figuran en la investigación.

"El bloqueo de las importaciones de azúcar es un imposible jurídico, eso lo entiende cualquier persona de entendimiento corriente. En Colombia, según la ley, la importación de azúcar es libre, sin obstáculos, con lo único que debe cumplir es con el visto bueno del Invima, por cuestiones de salud", aseguró Pablo Cáceres, apoderado del gremio azucarero.  

Cáceres añadió que en el proceso nunca se mencionan importaciones de Guatemala y El Salvador como objeto de investigación. A pesar de ello el gremio fue sancionado por ese tema.

"En la actuación administrativa no aparecen esos países por ninguna parte, no nos han dicho ni nos dijeron que existían pruebas para no importar de El Salvador y de Guatemala. Eso no existe en la resolución. Yo no sé de dónde el superintendente dice que toma esa información", precisó el abogado,

Enfatizó en que el superintendente fue más allá de sus competencias y entró en asuntos disciplinarios y penales.

"La Procuraduría y la Fiscalía tendrán que investigar si con esa decisión se ingresó a lo previsto en el Código Disciplinario o el Código Penal", recalcó

Néstor Humberto Martínez, vocero de los ingenios, aseguró que la noticia los toma por sorpresa, argumentando que es la primera vez en la historia del país que un sector recibe una sanción tan alta.

"Se acusa a la industria azucarera de haberse cartelizado para impedir importaciones a Colombia, y tengo el documento donde todos los exportadores costarricenses dicen que nunca han tenido limitaciones para exportar azúcar a Colombia", indicó Martínez.

El vocero de los ingenios aseguró que es la primera vez que se habla de limitaciones a la exportación de azúcar desde El Salvador y Guatemala.

"Además, se llega al extremo de decir que el comité directivo del Fepa ha abusado de su posición en beneficio de la industria azucarera, pero no se dice que ese comité lo preside el ministro de Agricultura", subrayó Martínez.

Néstor Humberto Martínez dijo que la situación ya había ocurrido en el año 2010, pero que las sanciones que impuso la Superintendencia de Industria y Comercio fueron anuladas por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca.

Por su parte, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), el gremio más importante del sector agropecuario, dijo que espera que los azucareros puedan acceder a los recursos legales para apelar la sanción.

"Aparentemente no se tuvieron en cuenta una serie de informaciones que ellos presentaron oportunamente, entonces esperamos que todo se solucione dentro de los límites y los márgenes de la ley vigente actual. Ningún gremio tiene la facultad, incluyendo a la SAC, de autorizar o no la importación de cualquier producto o alimento, esas son decisiones del Gobierno", dijo el presidente de la SAC Rafael Mejía López.

Congresistas del Cauca y Valle del Cauca alertaron por el grave daño al empleo en el sector azucarero que provocaría la multa de la SIC. Aseguraron que la industria azucarera hace parte del tejido social de la región y que la sanción pondría en riesgo 190.000 empleos.

La bancada parlamentaria del suroccidente del país llamará a debate de control político al superintendente de Industria y Comercio para que explique la sanción.

"Las multas tienen un sentido que es aleccionador, pero cuando una multa destruye al sujeto multado y acaba con toda una institucionalidad, hay que preguntarse cuáles son las razones para semejante sanción inédita e insólita y verdaderamente desproporcionada", aseguró el senador Roy Barreras.

Los congresistas de la región esperan que en el debate el superintendente considere reversar la sanción.

"En la Constitución colombiana la figura de control político cuando es satisfactorio termina por resolver los asuntos, pero cuando no lo es tienen moción de censura", precisó Barreras.

Lo que más preocupa a los congresistas es la crisis social que se desencadenaría en toda la región tras el golpe al sector.

"Qué va a pasar con la agroindustria en el Cauca y en el Valle. Ahí hay 190.000 empleos en riesgo y la región no puede quedarse simplemente callada mientras se pone en riesgo el empleo en zonas muy complejas, porque son las zonas del conflicto", precisó Luis Fernando Velasco, presidente del Congreso.

Velasco cito a los congresistas de las regiones con producción azucarera a una reunión extraordinaria en su despacho el próximo martes.

A estas voces de protesta también se sumaron las de congresistas, exministros y otros líderes políticos. Todos coinciden en que la sanción de la superintendencia es exagerada y pone en jaque la industria azucarera del país.

El expresidente Álvaro Uribe advirtió que la empresa privada es la mayor generadora de empleo en el país y que las consecuencias pueden ser muy graves.

"No cabe en la cabeza que acusen a los ingenios de obstruir importaciones. Por favor, hay que poner cuidado con la empresa privada, la empresa privada es la única que genera empleo de calidad, que ayuda a superar pobreza, la empresa privada no es un fin es un medio para que el país pueda resolver sus problemas de tejido social", criticó el expresidente Uribe.