Al menos 13 adultos y 8 niños deportados de Venezuela han llegado a Bogotá

Cuando la persecución a los colombianos se empezó a agudizar, Lina Marcela García decidió escapar con su mamá y sus dos hijos. Según ellas, en las tiendas ya ni siquiera les vendían alimentos.

"Vamos llegando de Venezuela solo con la ropa, porque el temor era que me quitaran a mis hijos", dijo la mujer deportada.

Viajaron por trocha y  recurrieron a la solidaridad de una familiar que reside en el barrio Codito en el norte de Bogotá.

Ya no pueden ver el fruto de 14 años de trabajo, porque salir unidos implicaba olvidarse de todo, luego de seis días en Bogotá, lo único que tienen es una cama para los niños.

"Nosotros no tenemos salud me preocupa por los niños", aseguró García.

En Kennedy, al otro la de la ciudad, encontramos a María del Pilar Quintero, quien descansa lo que puede en una colchoneta prestada y de día busca algo de dinero en la calle y en los buses.

"Ha sido muy duro porque llegué con lo que tengo puesto, mi amiga me ha prestado nosotros estamos sin ropa, me ha tocado salir a los buses, hacer de todo, pedir para poder comer", contó Quintero.

Su drama empezó semanas antes del éxodo que ya se conoce, fue detectada en el centro de Maracaibo cuando hacía compras con su hijo de ocho años.

"Nos subieron a una camioneta, íbamos más colombianos. Nos subieron y nos trasladaron directamente a Paraguachón. No nos dejaron llamar ni avisar, nada", afirmó la mujer deportada.

Su único capital son 7.700 bolívares, unos $7.000 pesos colombianos, insuficientes hasta para reemplazar las chanclas que su hijo lleva usando desde hace un mes cuando llegaron a Bogotá.

Según u listado preliminar conocido por Noticias RCN, al Terminal de Transporte de Bogotá han llegado 13 adultos y 8 niños, procedentes de la zona de Paraguachón y Cúcuta. La mayoría de estas personas pidiendo a la Defensoría del Pueblo estudio para los niños, alojamiento y un trabajo para poder empezar de nuevo.