Analistas: "el paro nacional agrario sí existe"

Las declaraciones sobre el paro agrario que dio el presidente Juan Manuel Santos, en las que afirmó que “el tal paro no existe” y desestimó que quienes protestan sean campesinos, provocaron que creciera la marea de críticas por la manera en la que el Gobierno ha manejado la crisis.

Santos no solo dijo que apenas hay “10 o 15 personas protestando en Bogotá” sino que textualmente acusó a los manifestantes de Boyacá, Cauca y Nariño de estar infiltrados por grupos ilegales de la extrema izquierda y de la extrema derecha. Las palabras del Presidente generaron molestia no solo entre los campesinos sino también entre los analistas, quienes al ser consultados por NoticiasRCN.com coincidieron en que estas declaraciones fueron una salida en falso del Primer Mandatario y añadieron que en general el Gobierno le ha dado un manejo inadecuado al paro agrario que ya cumplió ocho días y ha dejado cuatro personas muertas.

¿Una bola de nieve?

Para León Valencia, analista político, el afirmar que “el paro agrario no existe” es una prueba de que no hay una política estatal de acabar con las manifestaciones campesinas, que el experto califica de “legítimas”.

“Para poder dar una solución a un problema, primero se debe admitir que existe ese problema. Y el Gobierno parece no querer ver lo que está ocurriendo. Si es un tema de falta de información, es muchísimo más grave. Pero en realidad lo que siento es que quieren minimizar la problemática porque admitir la crisis es admitir la falta de capacidad del Gobierno para mejorar el campo”.

Valencia añade que a inicios de su mandato, Santos prometió “una revolución agraria” y al día de hoy ni siquiera ha podido sacar adelante una reforma que incluya a los nueve millones de campesinos que están entre los pequeños y medianos agricultores del país.

“Santos desestima el paro porque tiene las manos atadas por sus compromisos con los grandes terratenientes del país. Él no puede revolucionar el agro solo con los grandes señores ganaderos de Colombia. Necesita a los campesinos, pero no quiere prestar atención a este paro y puede que esto se le convierta en una bola de nieve que termine por enterrarlo”.

El docente universitario Fernando Gómez está de acuerdo con León Valencia. Para él, este paro agrario, que ya cumple ocho días, se extenderá, al menos, hasta el 10 de septiembre próximo, fecha para la cual se fijó el paro nacional de la Federación Nacional de Educadores, Fecode.

“Esta crisis sólo se hará más compleja con el paso de los días. Seguro los manifestantes del campo esperarán unirse a los maestros para poner en jaque al Gobierno. Lo hacen porque los temas de fondo no se están tocando en este momento, no hay un diálogo entre dos partes. No hay una negociación clara. Unos piden y los otros no quieren ni saber cuáles son esas peticiones”.

Gómez dice que Santos y sus ministros, el de Agricultura particularmente, no han organizado una mesa de diálogo seria, en la que se puedan poner las cartas de ambas partes. 

“El Gobierno habla por separado con cada grupo de manifestantes. Eso es ir por ahí apagando incendios, no es plantear una solución integral al problema agrario del país, que pasa, en los últimos meses, por la cantidad de tratados de libre comercio que se firmaron. Y que hacen que compremos más comida por fuera, que acá adentro”. 

Por su parte, Diego Arias, analista político, cree que el Ministro de Agricultura no es un vocero idóneo del Gobierno para intentar diluir el paro. Según el analista, se trata de un hombre con poca experiencia, que carece de capacidad política.

“Solo verlo ir a asambleas de campesinos, donde cualquiera puede tomar la palabra y hacer que los ánimos se caldeen, hablan de su carácter. No se puede ir a discutir a una asamblea de esta forma. No podrá hablar, eso se convierte en un motín. Para dialogar se necesita una mesa, con líderes de los campesinos”, dice Arias.

Y considera que prueba de que no hay interés de acabar con el paro en general es que el Presidente viajó en la tarde de este martes a Tunja a dialogar con los campesinos de la zona, en lugar de convocar una mesa nacional de diálogo.

Sin embargo, los analistas también están de acuerdo en que los manifestantes están usando vías de hecho que opacan sus peticiones y hacen que parezca necesario tratar cada bloqueo con fuerza.

“La quema de vehículos y los bloqueos de vías que impiden el paso hasta de las ambulancias es algo que no se puede justificar, por mucho que necesiten hacerse escuchar. Eso obliga a una movilización de las autoridades. No se puede dejar que haya vías de hecho por parte de los ciudadanos. Eso deslegitima sus peticiones”, concluye el analista Alfredo Rangel.

Adolfo Ochoa Moyano / NoticiasRCN.com