Analistas: sin la OEA y la Unasur, Santos y Maduro tendrían que verse las caras

Después de que Colombia no lograra obtener los 18 votos necesarios para que los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) convocaran una reunión extraordinaria de cancilleres, que tendría como fin tratar la crisis bilateral con Venezuela que mantiene cerrada la frontera común y que ha derivado en la expulsión y el éxodo de miles de colombianos, la pregunta que queda es cuál es el camino que deberá recorrerse para encontrar una salida diplomática a la situación (ver también Colombia no obtuvo la mayoría para convocar reunión extraordinaria de la OEA).

Sobre la opción de tratar el tema con el gobierno de Nicolás Maduro en el escenario de la Unasur, otro de los organismos internacionales de la región, el presidente Juan Manuel Santos este martes descartó esta posibilidad. "Habíamos pedido una reunión de urgencia que nunca se dio y, por lo tanto, desistimos de esa reunión", dijo el mandatario en alocución pública.

Analistas consultados por NoticiasRCN.com están de acuerdo con la determinación del Gobierno de no recurrir a la Unasur para buscar apoyo regional para enfrentar la crisis y también lo están con que ese organismo no contribuiría a la resolución de la situación actual.

"La Unasur está diseñada para los intereses de miembros del Alba y de Venezuela y si Colombia participa de esa reunión, solamente se encontrará con un grupo de amigos que atacarán a Santos, al Gobierno y al Estado colombiano sin que se produzca un pronunciamiento de cancilleres que sirva de algo", dice el abogado Víctor Hugo Vallejo.

A su vez, el internacionalista Vicente Torrijos manifiesta que, en su opinión, Colombia debe considerar renunciar a su participación en ese organismo, pues solamente "se recibirán palabras irrespetuosas y se distraerá del problema de Venezuela para trasladarlo a quejas de tipo económico", porque el organismo "está controlado por Caracas, Managua y Quito, y desde ya está condenada a no recibir el apoyo del delegado colombiano (el expresidente Ernesto Samper)”.

Quien también está de acuerdo con que el Gobierno nacional no haga parte del encuentro, que se llevaría a cabo el 8 de septiembre, es el también experto en política internacional Marcos Peckel, aunque reflexiona que una alternativa sería que la Canciller visite la Unasur para emplear el foco de los medios como una herramienta masiva de denuncia.

"María Ángela Holguín podría asistir a la reunión para usarla como una caja de resonancia que permita hacer eco mundial de las gravísimas situaciones de violación de derechos humanos que están ocurriendo hoy en la frontera. Es, además, todo lo que se podría hacer porque la Unasur no va a condenar a Venezuela ni a Colombia porque no entrará en ese debate ideológico".

¿Pierde Colombia tras el fracaso en la OEA?

Peckel considera que el revés ocurrido en la OEA, cuando Colombia no logró el total de 18 votos necesarios para que se convocara una reunión extraordinaria de cancilleres, fue una derrota tanto para el país como para la organización.

"Colombia perdió porque recibió un duro golpe en cuanto a diplomacia internacional y quedó en evidencia que hubo errores en la forma en la que se planteó la petición. Debió haberse llegado con mayor seguridad sobre los votos a favor en lugar de permitir que faltara apenas uno para obtener la reunión. Sin embargo, hay que decir que aunque se hubiese aprobado, un encuentro entre cancilleres no lograría ningún acuerdo ni una solución".

Peckel asegura que, para él, la OEA perdió su credibilidad y capacidad de sanción cuando declinó sancionar al fallecido expresidente de Venezuela Hugo Chávez, después de que este ordenara el cierre de Radio Caracas.

"La OEA es un organismo obsoleto que no contribuye a tratar los temas de la región y eso quedó demostrado cuando cedió ante Chávez y de nuevo este lunes cuando optó por no denunciar los atropellos y las claras violaciones a los derechos humanos".

El internacionalista agrega que para él, después de revisar los países que votaron a favor y en contra de Colombia, así como los que se abstuvieron de hacerlo, es claro que "Latinoamérica no está interesada en los ciudadanos colombianos y solamente hay apoyos en momentos coyunturales. Es decir, mientras unos países son amigos en un momento, en otro no lo son. Y eso permite concluir que el modelo interamericano que debe proteger el Estado de Derecho no es capaz de reaccionar ante un atropello y por eso fracasó".

Esta misma postura es compartida por el abogado Víctor Hugo Vallejo, quien, empero, aseguró que Colombia no fracasó tras la falta de votos en la OEA sino que lo hizo organización internacional.

"La OEA actuó con cálculo político en una situación que ni siquiera debe ser discutida. Hay miles de personas, que más allá de su nacionalidad o ideología están siendo atropelladas y sus derechos humanos básicos están siendo vulnerados. No cabía discusiones del Alba, de la Unasur, ni de peleas políticas previas como en el caso de Panamá, había que actuar de forma inmediata para garantizar la protección de una población vulnerable que es el problema fundamental, pero la OEA no entiende la realidad de lo que ocurre".

Vallejo, al igual que otros expertos, cuestionó la validez de la OEA como un organismo rector en la región y añadió que los costos económicos de cada país son demasiado altos para mantener una entidad que no presenta resultados.

"La carga financiera de mantener la OEA y el costo de los embajadores permanentes debería ser razón suficiente para que todos los países de la región tomen la decisión de terminar una organización que se caracteriza ahora por su inutilidad, ineficiencia e ineficacia, que además actúa como si no quisiera conflictos cuando hay conflictos", sentenció Vallejo.

¿Qué salidas tiene Colombia?

El diálogo directo entre jefes de Estado es, según los analistas, la única alternativa que resta para resolver el conflicto bilateral entre Colombia y Venezuela tras descartar la mediación de la OEA y la Unasur. 

Vicente Torrijos considera que Juan Manuel Santos perdió liderazgo en la región por cuenta de su énfasis en el proceso de paz, lo que lo deja con la única alternativa de emplear la diplomacia directa para restablecer el paso en la frontera.

A su vez, el abogado Vallejo, quien también está de acuerdo en que el problema deberá resolverse entre los dos gobiernos sin que haya intervención de terceros, dice que la alternativa es recortar el intercambio comercial entre las naciones.

"Venezuela necesita más de Colombia que Colombia de Venezuela y si hay una limitación en la venta de comida, por ejemplo, eso puede presionar un diálogo, que estoy seguro de que Maduro aceptará porque el fondo de esta crisis no es otro que una cortina de humo para esconder el fracaso de su administración, la creciente corrupción y la ventaja que le ha tomado la oposición".

Hasta el momento y tras más de dos semanas de crisis bilateral, la solución no parece tener una salida clara y el fracaso en la OEA solo contribuyó a que se agoten algunas de las posibilidades, así que parece que todavía habrá unos días más de conflicto diplomático.