"Esto fue un compromiso con la libertad que se llamó Voces del Secuestro": Herbin Hoyos

"Las Voces del Secuestro llegan al final por una decisión administrativa", así lo afirmó Herbin Hoyos Medina, creador y director del espacio, en la introducción del programa este domingo, el último emitido luego de 24 años.

La cita fue como siempre a la medianoche, pero esta vez el ambiente era distinto en el edificio de Caracol Radio, un sentimiento como de nostalgia por el fin del programa, también de indignación por los secuestrados que no aparecen y de los que no se sabe nada.

Familiares de víctimas, periodistas que fueron voluntarios del programa y medios de comunicación, presenciaron el último AL AIRE de Voces del Secuestro, que aunque nunca ganó un premio de periodismo en Colombia (recibió 84 premios internacionales), sí logró tal vez algo mejor que el reconocimiento, ser punto de encuentro de familiares llenos de dolor y de secuestrados en el olvido.

Toda la noche se recordó cómo empezó todo. Herbin, un noctámbulo por convicción, se veía inquieto, quería que todo saliera más que perfecto, como si fuera no el último programa sino el primero. Alternó la conducción con las entrevistas que concedió a varios medios.

No pudo contener las lágrimas cuando Jefferson Beltrán, subdirector del programa La Noche de RCN y otrora colaborador de Voces, le leyó al aire un mensaje de su hijo radicado en el exterior.

María del tránsito Villamil sostiene una foto de su hija Leidy Johana Robayo, secuestrada hace casi 24 años.

La noticia tomó a muchos por sorpresa aunque desde septiembre de 2016 se hablaba de un posible final. A medida que avanzaba el programa esta madrugada, las voces de agradecimiento a la labor de Herbin no solo se hicieron presentes en la emisora, llena de familias en busca de respuestas, sino también en redes sociales; tanto, que se hizo tendencia el hashtag #GraciasHerbinHoyos en Twitter este domingo.

La idea de Las Voces del Secuestro surgió tras el secuestro del que fue víctima Herbin, gracias a Nacianceno Murcia, un hombre que llevaba dos años secuestrado y que le reprochó que los periodistas no hicieran nada por los retenidos.

En pocos meses ya eran 600 los secuestrados que aparecían en la base de datos del programa por el que además pasaron 1.077 practicantes de periodismo. Así fue como inició el espacio donde las familias, hasta hoy,  pudieron desahogar con su voz el dolor y hablarle al oído a sus seres queridos donde quisiera que los tuvieran o que los tengan.

Hoy nos silencian, nos apagan la voz, pero no nos arrebatarán la fe y la esperanza

Edwin David Luengas
EDITOR DIGITAL NOTICIAS RCN