Nacionalmayo 03, 2015hace 9 años

Niños en Colombia, víctimas de distintos tipos de violencia

Sensación de inseguridad, precarias condiciones de lugares de juego, algunos elementos que afectan física y emocionalmente a los menores.

El 41% de los bogotanos aseguran que la inseguridad en los parques ha ido en aumentado. Foto: Archivo

Por Stefanny Hernández Triana / NoticiasRCN.com

Cristian tiene 12 años y cursa sexto de bachillerato en un colegio de la Unidad de Planeamiento Zonal (UPZ) Alfonso López, situado en la parte sur de la localidad de Usme en Bogotá. Vive a un par de cuadras del colegio pero su mamá lo sigue acompañando a la puerta de la institución como cuando inició básica primaria. 

Conoce el camino a la perfección pero es consciente que si anda por las calles sin compañía de un adulto, puede ser víctima de robo, violación o encontrarse en medio las continuas riñas que se presentan en el barrio. Lo sabe porque le ha ocurrido a gente que vive allí.

Este miedo es una realidad con la que viven muchos bogotanos: según la encuesta de percepción y victimización de Bogotá, el 67% de quienes viven en esta ciudad dice sentirse inseguro en sus barrios debido a los robos, la delincuencia común y el consumo de drogas. 

Los problemas de inseguridad y violencia que afectan a los niños en Colombia parecen resumirse en la UPZ. La rectora del colegio donde estudia Cristian, quien prefirió no revelar su nombre, dijo estar temerosa porque sus alumnos han tenido que vivir experiencias de robo, “si un adulto siente miedo en esa situación ¿cómo será un niño?”, se preguntó la rectora.   

En Colombia las estadísticas de violencia contra los niños son aterradoras, según Medicina Legal, 835 niños entre 0 a 17 años murieron de manera violenta en lo corrido de enero a noviembre del 2014, por su parte, los delitos sexuales fueron de 15.111 casos. 

A pesar de las cifras, parece que las personas están perdiendo la capacidad de reacción frente a cualquier acto violento contra los más pequeños, el más reciente ejemplo es el niño que fue encontrado muerto entre una caneca en el sur de Bogotá, o también, la masacre de los cuatro hermanos Vanegas Grimaldo, quienes parecen ya haber sido olvidados pese a las grandes movilizaciones que alcanzaron varias esquinas del país. 

Sin embargo, no solo la violencia física, sexual o psicológica afecta a los más pequeños. Existen otros hechos como la falta de espacios para jugar o, como ocurre con Cristian, el constante miedo a que algo malo le ocurra, que influyen en su estabilidad psicológica y emocional.

"La concepción de violencia no solo se entiende de manera física sino en la vulnerabilidad en los procesos de desarrollo del niño", así lo explicó el psicólogo Diego Arévalo. 

Pues bien, los niños del sector Alfonso López tienen que convivir con problemas de inseguridad, pero al igual que muchos en Bogotá, también sufren las consecuencias de vivir en un lugar con precarias condiciones en espacios de juego y esparcimiento.

Según cifras sobre parques en Bogotá, el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) señala que los parques de bolsillo, que se refiere al "parque de escala vecinal, que tienen un área inferior a 1.000 m², destinada a la recreación de niños y personas de la tercera edad", existen aproximadamente 1.768, los cuales se encuentran en conjuntos o sectores barriales.

En suma, la inseguridad del barrio y las precarias condiciones de parques para los niños son los detonantes de violencias que afectan de manera física, psicológica y emocional a los niños de la UPZ Alfonso López.

Viven en precarias condiciones porque igual que Cristian, todos sus compañeros de colegio, no cuentan con canchas dentro de la institución, así que tienen que trasladarse a la cancha del barrio que no es apta para atender a casi 70 niños.

Se trata de una cancha de futbol y de baloncesto. Las cestas para jugar baloncesto han desaparecido con el pasar de los años y solo quedan partes de lo que fue el tablero, por otro lado, los arcos de futbol no cuentan con mallas, solo están aquellos metales oxidados que simulan ser el arcos, además de que la cancha no cuenta con las líneas de demarcación. 

Y si bien, esta cancha no atiende a los 70 estudiantes, en los alrededores no hay espacios verdes, tan solo hay un pequeño muro para sentarse.

¿Qué siente un niño al querer jugar un partido de futbol en un lugar donde no puede estar cómodo ni tranquilo? Según la encuesta de percepción y victimización de Bogotá para el segundo semestre del 2014, el 41% de los bogotanos aseguran que la inseguridad en los parques ha ido en aumentado respecto al 31% que se presentó en el segundo periodo del 2013.  

Pero mientras no se cuente con espacios en la institución para llevar a cabo las clases de educación física, todos los alumnos, por lo menos una vez a la semana, van a la cancha del barrio junto con profesores, directivas y algunos padres de familia, quienes asumen los riesgos por un poco de "diversión". 

Al iniciar el recorrido desde el colegio hacia la cancha se puede ver algunos factores que alteran la comodidad del plantel estudiantil. 

La rectora del colegio señaló que hay personas en estado de embriaguez que han iniciado riñas al frente de la institución educativa sin importarles lo que vean y piensen los niños. Un día, cuando los estudiantes votaban para elegir a su representante estudiantil, tres hombres totalmente embriagados iniciaron una discusión que llegó a empujones. En esos momentos fue necesaria la intervención de docentes para que los hombres se retiraran puesto que los niños los estaban observando. 

El psicólogo Diego Arévalo señaló que "los niños pueden llegar a vincularse a otro tipo de acciones sean o no legales" en relación con lo que ven, escuchan y perciben, "el niño tendría una limitación en su autonomía y solamente se vincularía a algunas prácticas porque si".  

No suficiente, durante el camino a la cancha es "normal" ver jóvenes drogados que bajan de la zona rural, aledaña a la UPZ, sin problema alguno y andan por el barrio dejando influencias tras su paso. No se trata de su propio consumo, sino de la imagen y el concepto que se va generando en los niños, así lo afirmó la rectora.

Un claro ejemplo fue cuando Cristian se refirió a la zona rural como un lugar donde "hay mariguaneros, roban y violan". 

El fundador y docente del colegio aceptó que el entorno es delicado para los niños, afirmando que, "el niño atrae la parte negativa (…) con influencias empiezan a consumir, a fumar", tanto así, que son pocos los niños que realizan actividades extracurriculares en las tardes como cursos de natación, partidos de futbol o clases de taekwondo, debido a que viven temeroso del riesgo que corren y prefieren estar en sus casas. 

Brayan es compañero de clase de Cristian, para él es tan sencillo reconocer a los jibaros y consumidores de drogas que están en el sector, esto porque su abuelo consume diferentes tipos de alucinógenos hace 12 años, "me parece muy feo que un familiar haga eso, me siento mal", afirmó el estudiante. 

 A pesar de estas situaciones los niños llegan a su destino, la cancha. 

Aunque baloncesto no se puede jugar porque no hay cestas, solo queda los arcos de futbol, pero ¿qué es una cancha para todo un plantel estudiantil? 

Diego Arévalo explica que el hecho de que los niños no cuenten con una cancha adecuada donde se puedan divertir, puede llevarlos a enfocar sus pensamientos y acciones en los peligros que se ven inmersos.  

Aun así, rescata la capacidad de creatividad que tiene el niño en esas situaciones de vulnerabilidad ya que depende de él, de su familia y de la institución crear espacios donde se generen nuevas relaciones con otros niños inmersos en la misma problemática, potencializando los núcleos y generando bases propositivas de juego.

En relación con la fuerza pública, la vigilancia por parte de la Policía se centra en los tres CAI del sector. La petición por parte del colegio, de sus directivas, padres, estudiantes y comunidad en general radica en el acompañamiento de la policía para resolver los problemas que afectan a la población infantil.

Al final, parece ser que una cancha parte radicalmente el bienestar emocional y psicológico de un niño en Colombia.

 
por:Autor Noticias RCN

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