"Nuestro sustento está en manos de Nicaragua": habitante de San Andrés

El fallo, que tuvo lugar en noviembre de 2012, le recortó a Colombia unos 75.000 kilómetros de mar en el Caribe. 

Los isleños, quienes en su mayoría viven de la pesca artesanal, dicen que tras la decisión del tribunal internacional no pueden ejercer su actividad con libertad por temor a las autoridades nicaragüenses que los amenazan.

"El banco del que Nicaragua se apoderó es el banco donde están todos los peces porque en los bancos de Roncador y Quitasueño hay muy pocos peces", señala un pescador.

Incluso aseguran que para conseguir buenos peces tienen que importarlos desde Nicaragua. "Para conseguir un pescado tiene que venir de Nicaragua o de alguna otra parte. Ahora hay muy poca pesca en nuestro territorio, porque la base de nuestro sustento está en manos de Nicaragua", dice la líder Raizal Corine Duffis.

Por su parte, los distribuidores de pescado dicen que sus ingresos se redujeron en un 80%, mientras que los pescadores indican que no alcanzan a pescar 200 libras diarias cuando años atrás pescaban 1.000 libras.

Además, denuncian que las medidas tomadas por el Gobierno Nacional han sido insuficientes. "Pasaron unos meses, ya no hay ese subsidio y hay muchas lanchas y pescadores que uno ve a la orilla de la playa sin hacer nada", añade Corine Duffis.

Entre tanto, el Gobierno ha manifestado que no aplicará el fallo de La Haya hasta que, como lo dispuso la Corte Constitucional, se negocie un tratado bilateral. Sin embargo, Nicaragua insiste en que Colombia debe acatar el fallo.