El mayor reto de Carlos Fernando Galán
El alcalde electo no puede dejar que sucedan hechos sospechosos de posibles intromisiones en temas de la administración de Bogotá.
06:46 a. m.
Indudablemente el alcalde electo de Bogotá, Carlos Fernando Galán Pachón, tendrá grandes retos durante su administración en la capital del país en temas de movilidad, seguridad, vivienda, etc., sin embargo, el mayor y más grande de sus retos se encuentra alrededor de su familia, es decir, de los Galán Pachón.
No tengo la menor duda de que el mandatario electo de Bogotá, es una persona transparente, honesta, trabajadora y de que siente un gran amor y pasión por la capital del país. Fue precisamente por estas virtudes que le di mi voto en las pasadas elecciones.
Y es precisamente por todo lo anterior, que estoy seguro de que Carlos Fernando no solo debe, sino que tiene la obligación de mantener a todos los miembros de la familia Galán Pachón por fuera de cualquier tema que tenga que ver con su alcaldía, así estos sean mínimos.
El hoy alcalde electo no puede dejar que se presenten hechos que dejen sospechas de posibles intromisiones en temas de la administración de Bogotá de parte de sus hermanos o de alguien cercano. Debe tener claro que, sobre su gestión como alcalde, estarán los ojos de quienes buscan la oportunidad para provocar su caída y que, por tanto, no debe dar pie a que esto suceda.
Por lo anterior, estoy totalmente seguro de que el primer mensaje que Carlos Fernando debe enviar a la ciudadanía, una vez se posesione en el cargo, es de que el alcalde es él, y que ningún miembro de su familia puede ni debe entrometerse en nada que tenga que ver en su administración en la ciudad.
Para llegar a la Alcaldía de Bogotá, Galán tuvo que hacer una larga carrera que incluyó su paso por el Concejo de Bogotá en dos períodos; mantenerse cuatro años en el Senado de la República y trabajar tres veces en una campaña para lograr la confianza de la mayoría de votantes en la capital.
No sería justo que su trasegar político se vea empantanado, no porque esté haciendo mal las cosas, sino por no tener en cuenta que, en estos casos, la familia puede convertirse en un factor de riesgo.
Reitero en mi convencimiento por la honestidad de Galán, sin embargo, no está de más advertir los riesgos que pueden presentarse cuando se ejerce una labor tan importante como es la de administrar la ciudad más importante del país.
Cambiando de tema, de nada va a servir que el presidente Gustavo Petro invite al Centro Democrático a dialogar, si él, cómo primer mandatario, no está dispuesto a escuchar, reflexionar y modificar lo que está mal en proyectos como el de la reforma a la salud, por ejemplo.
@sevillanoscar