Disfrazar o no disfrazar a la mascota, el dilema en Halloween

Carolina Alaguna, veterinaria etóloga, formada en el estudio del comportamiento de los animales, dice que no está de acuerdo. Y para sustentar su posición hace tres consideraciones:

1. "Los organizadores deben ser minuciosos en cuanto a que no le provoquen estres, fastidios o inmovilización con lo que tienen puesto pues no tiene sentido disfrazarlos para suplir un capricho de los humanos".

2. "En esos eventos deberían evitar mezclar gatos con perros, es muy estresante para ambos".

3. "Si van a sacar al gato o al perro disfrazado a algún evento entonces que sea con correa, medalla de identificación, y ojalá, con microchip porque esos eventos se prestan para que se escapen y se pierdan por tanto estrés".

Fotos: El Parche Canino

Mariela Alba, propietaria de un centro de diversión para mascotas en Guasca, Cundinamarca, asegura que "Si es con el fin de honrarlo, por los sentimientos de alegría, de disfrutar, de compartir con ellos, es válido. Si en ningún momento los ponemos en situación incómoda o de dolor no le veo problema a eso. Además, compartir una situación agradable no le veo inconveniente. El problema es cuando se viste al perro con cosas que no le permitan ser perro, que no pueda tocar el pasto ,que no explore."

Lina lamos, experta en comunicación animal opina:

"Los disfraces están dentro del rango de la humanización y es muy frecuente que los use la gente que no tiene hijos. El límite de disfrazarlos está en no burlar el bienestar de ellos. Naturalemente no hay que ponerle un traje o disfraz que los incomode para mi beneficio o para mi diversión a costa de ellos".

Eduardo Peña, vocero en Colombia de la ADI, Animal Defenders International, dice que cuando la gente disfraza a sus animales de compañía "lo hacen inocentemente y porque los sienten como hijos, porque hacen parte de la familia pero el tema de los disfraces ya mucha veces toca la integracion de ellos. Es una practica que no puedo considerarla maltratro pero los cosificamos y hay que tener responsabilidad, no hay que incomodarlos, o usar pinturas tóxicas, o generarales un problema de temperatura o ridiculizarlos, hay que dejarlos ser animales"

Carolina Agudelo, directora de la Fundación Mascotas Perdidas Cali, expresa: "A mí si me encanta ponerle cosas cómodas, dependiendo de la personalidad. Lo que sucede es que si el perro se siente cómodo, que tenga movilidad, por ejemplo, se puede hacer. Si uno lo disfraza para una ocasión, no para toda la semana. Ponerle ropa no es humanizarlo aunque no hay que ponerle sombreros que tapen sus orejas o máscaras que tapen sus ojos, que los incomode. Ahora, si no les gusta no se le puede obligar".

Luz Estela Ordoñez, de la Sociedad Protectora de Animales y Medio Ambiente Barranquilla, es una acérrima detractora de la idea de disfrazarlos. "No es propio de su naturaleza proque la Declaracion Internacional de los Derechos de los Animales dice que hay que respetarlos como individuos. No hay que convertirlos en muñecos. Es inadecuado por irrespeto a la especie, es un malrato porque estamos abusando de ellos. Ponerle bombas, darle pudín, ponerlos como payasos, no está bien. Deben desarrollarse en su misma esencia como tal. Disfrute, goce las fiestas, disfrace a toda su parentela pero a los animales se respetan. Eso sale de la comercialización".

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