“Es muy duro el vacío que queda y que nunca se podrá olvidar”

“Mi esposo puso el noticiero y estaban dando un reportaje y él me dijo: por qué no va a la Escuela y mira a Andrés, porque él no llama ni nada y de pronto le pudo pasar algo”, con la voz entrecortada, Patricia recuerda los minutos de zozobra sin saber el estado de su hijo.

Mientras los medios de comunicación mostraban cómo la violencia se apoderó de la Escuela General Santander, seguía creciendo la angustia y la incertidumbre a la espera de buenas noticias. En cuestión de minutos Patricia salió de su casa en busca de información de Andrés.

Al llegar a la Escuela Militar, el panorama era desalentador. El llanto de varias madres a la espera de información de sus hijos y un escenario sombrío que pasó de ser el sueño de muchos a convertirse en el destino final de otros.

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Un sacerdote, con listado en mano, fue el encargado de notificar quiénes eran los uniformados heridos y muertos. Fueron minutos eternos para ella, pero para su fortuna, Andrés se encontraba con vida en el Hospital El Tunal.

Patricia se aferraba a sus oraciones, mientras su hijo, de 24 años, era sometido a cuatro intervenciones quirúrgicas. El joven presentaba fuertes quemaduras en su rostro y cuerpo.

Andrés Felipe se aferró a la vida durante 10 días, pero falleció debido a la gravedad de sus heridas

Andrés, oriundo de Chiquinquirá (Boyacá), se aferró a la vida durante 10 días en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital El Tunal, pero por complicaciones en su estado de salud perdió la batalla en las horas de la madrugada.

“Él era un muchacho que quería ser general para poder tener un mejor futuro y poder ayudar a su familia”, dice Patricia, quien siempre lo recuerda como un valiente guerrero.

Tras conocerse la noticia, cientos de personas enviaron mensajes de apoyo a familiares y amigos y rechazaron el acto que cobró la vida de 22 personas.

“En la Jornada Mundial De La Juventud frente al papa Francisco elevamos nuestras oraciones por Andrés Felipe Carvajal, quien acaba de morir luego de padecer varios días tras el atentado terrorista del ELN. Estos hechos no pueden quedar impunes”, aseguró el presidente Iván Duque en su cuenta de Twitter.

Ese mismo día el departamento de Boyacá se declaró en luto: "Hoy nuestra tierra se enluta por el fallecimiento del Cadete Andrés Felipe. Nuestro rechazo por lo sucedido en la Escuela de Policía, es muy triste ver una vida truncada, un joven que quería servir a su país. A su familia nuestra solidaridad y condolencias", aseguró el entonces gobernador de Boyacá, Carlos Amaya.

Un año después, Patricia dice que es muy duro. “Es un vacío que le queda a uno y que nunca se podrá olvidar”, dice la mujer con voz taciturna.

Frente a las investigaciones que se realizan sobre el atentado, la madre de Andrés les pidió a las autoridades celeridad y anheló que este y los otros casos de los cadetes no queden en la impunidad.