¿Por qué no votan los colombianos?

Para muchos observadores de la realidad nacional el abstencionismo fue el gran protagonista de la jornada electoral de este domingo, en la que Óscar Iván Zuluaga se llevó el triunfo en la primera vuelta para elegir al Presidente de Colombia, superando a Juan Manuel Santos por casi cuatro puntos porcentuales.

Y es que más allá de los resultados en las urnas, lo relevante es que el 59,93% de los colombianos habilitados para votar no asistieron a la cita electoral, lo que se convierte en la cifra de abstencionismo más alta en las últimas cinco elecciones de Presidente en Colombia.

Eso significa que 6 de cada 10 electores no asistió a la cita en todo el terreno nacional.

Los expertos en análisis político coinciden en que esta cifra es el reflejo del hastío y desconfianza que sienten los electores por el ejercicio democrático y por quienes se postulan como candidatos a ser elegidos para  altos cargos en el país.

"Este fenómeno no es algo nuevo. Esto ha venido escalando desde hace al menos 25 años porque cada nueva elección es una sucesión de errores, de promesas incumplidas y de politiquería. Todo eso ha generado un desencanto general que hace que la sociedad prefiera no ir a votar porque sabe que aunque lo haga, no influirá en el cambio social que se requiere", dice el abogado Fernando Gómez.

Una postura similar tiene el politólogo Óscar Duque, quien insiste en que la democracia de las elecciones es "una farsa basada en las micorempresas electorales en las que se han convertido los partidos políticos".

Para Duque, cada vez es menos la ideología de los candidatos y más el llamado 'amiguismo' y el clientelismo, lo que llega a los electores.

"Cada vez las personas ven menos candidatos con propuestas claras y ven más partidos políticos acomodados que buscan puestos y garantías laborales. Así que eso genera desconfianza en el aparato electoral. Se cree que si se vota por un candidato, éste puede simplemente olvidar sus propuestas de campaña e irse a apoyar los intereses de un grupo político que le brindó su apoyo", explica.

Y agrega que, para él, en estas elecciones, influyeron mucho los votos de los parlamentarios, que prefirieron no participar masivamente en apoyo a sus candidatos en primera vuelta para obtener mayores beneficios burocráticos en la segunda vuelta.

"¿Cómo se explica que en las elecciones de Congreso la Unidad Nacional haya obtenido cinco millones de votos y en la primera vuelta Santos sólo haya logrado tres millones? Pues porque amarraron el voto y ahora están esperando a ver quién les ofrece más. Es esa manera de hacer política la que afecta la presencia en las urnas de los ciudadanos".

Por su parte, la analista política Rosalía Correa, cree que hay un problema de cultura ciudadana, por un lado, y desconocimiento de las normas electorales, por otro.

Para Correa,  el hecho de que muchos colombianos hayan salido a las mesas de votación faltando minutos para el cierre de las urnas se puede explicar como una falta consciente de compromiso social.

"Los ciudadanos parecen no entender que hay una responsabilidad social a la hora de votar. Si hubiese interés no se verían esas imágenes de gente que deja para última hora su sufragio. Eso es un problema de cultura ciudadana, de personas que no asisten a la cita electoral aunque de ello dependa el futuro económico, social, cultural, de vivienda y de salud".

Rosalía Correa cree que hay una responsabilidad de los medios de comunicación y de las escuelas en esa apatía social.

"En los colegios y escuelas deben inculcar a los menores la importancia del derecho al voto. Lo mismo deben hacer los medios, que muchas veces sólo son altavoces de campañas de políticos y no hay campañas de concientización sobre la participación ciudadana".

Los analistas están de acuerdo en que un elemento que incidió en que esta jornada, en particular, haya sido muy poco votada, tiene que ver con los escándalos y con que esta campaña estuvo centrada en los ataques personales y en la paz, lo que hizo que fuera "monotemática".

"Esta vez las propuestas quedaron difuminadas. No había claridad sobre temas clave. Se trató de proceso de paz y de Farc. Muchas personas no están del todo interesadas en lo que ocurre en La Habana, porque lo sienten lejano", explica Fernando Gómez.

Por ahora solo resta esperar si la apatía de estas elecciones, que se criticó duramente en redes sociales, será revertida para la segunda vuelta, que se celebrará el 15 de junio próximo.

NoticiasRCN.com/Adolfo Ochoa