Por restricciones en Bogotá, sector gastronómico alcanza pérdidas por $83 mil millones: Acodrés

Son seis las localidades en Bogotá que están en cuarentena estricta por cuenta de la pandemia de covid-19: Usaquén, Suba, Engativá, Teusaquillo, Kennedy y Fontibón. Allí, la restricción a la movilidad y al comercio comienza a pasarle cuenta de cobro a muchos.

En entrevista con Noticias RCN, el presidente de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica, Acodrés, Henrique Gómez Paris, habló sobre los cálculos del gremio que podrían significar las pérdidas por la afectación de las cuarentenas.

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¿A cuánto ascenderían las pérdidas?

Alcanzamos pérdidas por 83 mil millones de pesos. Eso afecta a 4.000 establecimientos de la ciudad y va a seguir creciendo esta cifra por culpa de la incoherencia del Distrito.

Nosotros no podemos seguir resistiendo medidas de improvisación donde se toman toques de queda de un momento para otro, nos obligan a perder toneladas de alimentos, a poner en riesgo miles de empleos y la verdad es que los restaurantes en ningún momento hemos sido causal de focos de contagio.

¿Cuántos empleos podrían perderse por cuenta de las restricciones?

Los rostros alcanzan los empleos directos e indirectos y los primeros afectados son los campesinos de Colombia. Nosotros somos uno de los canales de comercialización más importantes de los productos del campo colombiano.

En la medida en que se dejan caer los restaurantes, se cae el campo colombiano y esa crisis no se soluciona con ‘papatones’, sino manteniendo los canales de comercialización que han cumplido con los protocolos de bioseguridad.

De tal manera que el gremio en este momento, en representación de campesinos, portadores de tradición, cocineros y de miles de trabajadores y empresarios formales de Colombia de la gastronomía, le exigimos coherencia al Distrito, respeto por la empresa privada, por los empleos y la supervivencia de los hogares de Bogotá, no somos los culpables de la pandemia.

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¿Han tenido comunicación con el Distrito?

Qué comunicación va a haber si toman las medidas y las anuncian en medios buscando protagonismo y nos desconocen a nosotros, cuando hemos permanentemente suplicado que estas medidas deben tomarse al menos con ocho días de anticipación. No nos escuchan.

Tenemos que acudir al señor presidente de la República, que es la instancia que nos ha ayudado para que, por favor, el servicio a la mesa y autoservicio, lo declaren una actividad esencial, considerando el gran impacto socioeconómico que genera el colapso de este sector.

¿Qué implica declarar el servicio esencial?

Ayudaría a acabar la incertidumbre a la que estamos sometidos en el sector gastronómico, estabilizaría empleos, sostendría las empresas que han resistido y algo muy importante, somos laboratorio de buenas prácticas de bioseguridad.

A la gente la mandan a encerrar a las casas y allá no tienen como aprender e implementar buenas prácticas de autocuidado, en los restaurantes están obligados a implementarlas. Déjenos ayudar a contrarrestar esta pandemia, no es a costa de la sangre, sudor y lágrimas de trabajadores de Colombia como se supera la crisis de la pandemia.

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¿Cómo prevén que van a impactar las cuarentenas que se avecinan?

Es fatal por dos circunstancias fundamentales, el 85 % de la actividad de restaurantes se da entre semana, porque es la jornada laboral de las personas y el fin de semana se da el 15 %. Cuando a nosotros nos restringen el servicio a la mesa y al autoservicio y nos ponen a depender del domicilio, nos están limitando al 10 % de nuestros ingresos y es muy poca la gente que resiste ese modelo.

Segundo, no estamos en las mismas condiciones del comienzo de la pandemia, en este momento tenemos grandes acumulaciones de deuda, los arriendos y los servicios públicos no bajan, las relaciones laborales hay que honrarlas.

En esa situación dejamos de ser un sector que aguantaba 16 días sin caja, a un sector que hoy solo resiste seis días. Para un tomador de decisiones que desconoce el modelo productivo dice, ‘pero es que cuatro días no les hace daño’, sí lo hace y mucho porque somos un modelo de negocio muy vulnerable.

¿Cuál es la afectación a nivel nacional?

Es fuerte, sin embargo, ha habido mandatarios locales que han entendido la importancia de la gastronomía y nos han valorado como aliados de la implementación de protocolos de bioseguridad, de prácticas de autocuidado y nos han mantenido la operación.

Casos críticos como el de Bucaramanga, donde hoy está circulando una información donde el asesor de la Alcaldía, responsable de la apertura, hizo abrir un bar para celebrar su cumpleaños. Ahí si no valen medidas de restricción, pero el resto del tiempo todos los empresarios formales sí tenemos que pagar las malas decisiones y la improvisación.

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¿Cuál es la afectación frente al toque de queda y los domicilios?

Queda permitida la operación de domicilios. La gran dificultad que hemos tenido en Bogotá es que ha habido alcaldes locales que, a pesar de estar autorizados hasta las 10:00 de la noche para despachar domicilios, hacen cerrar los establecimientos a las 8:00 de la noche.

En el sector privado no podemos improvisar porque cuando lo hacemos eso se traduce en pérdidas, por eso es que le llamamos la atención a las autoridades con el mayor respeto, que tengan consideración por la gente trabajadora de la ciudad.

Esas improvisaciones nos someten a nosotros a destrucción de empleo y empresas, que en Colombia no son fáciles de consolidar, sobre todo cuando llegamos a un grado de formalidad en donde pagamos impuestos, contratamos nómina como debe ser, respondemos por nuestras obligaciones, pero al momento de tener que darnos una mano, no lo hacen.