El legado de Fernando Botero: el arte de la generosidad

Botero nació el 19 de abril de 1932 en Medellín, la segunda ciudad de Colombia, enclavada en los Andes del noroeste del país.

Hijo de un modesto agente de comercio, se inició en el arte tempranamente y contra la opinión de su familia.

los 15 años, vendía dibujos sobre temas de tauromaquia a las puertas de la plaza de toros La Macarena.

Tras una primera exposición en Bogotá en los años 1950, partió a Europa, pasando por España, Francia e Italia, donde descubrió el arte clásico.

Pero fue en los años 1970 cuando su carrera despegó, tras conocer al director del museo alemán de Nueva York, Dietrich Malov, con quien organizó exitosas exposiciones.

"Entre el pequeño detalle y la generosidad del trazo exterior, se creó una nueva dimensión que era como más volumétrica, más monumental, más extravagante", explicó.

Botero, el artista latinoamericano mejor vendido en vida, batió su propio récord en 2022, cuando su escultura Hombre a Caballo alcanzó los 4.3 millones de dólares en una subasta de la casa Christie´s.

Su legado, que incluye más de 3.000 pinturas y 300 esculturas, está pautado por su insaciable sed creativa.