Desde su creación, va dirigido a los hogares con ingresos inferiores a 4 SMMLV, y funciona por demanda hasta que los cupos se agotan.
Uno de los cambios que tendrá el programa es que ya no será focalizado, sino que buscará abrirse a otras regiones del país.
El presupuesto para 2023 es de $560 mil millones y la idea es que con la ampliación de las regiones, también cambie el tipo de vivienda: vivienda raizal, étnica, rural y campesina.
Este año la prioridad de los subsidios iría más allá de la construcción de vivienda nueva y cobijaría la reparación de viviendas en mal estado.
También se buscará beneficiar con subsidios a los trabajadores informales y habrá un presupuesto de $1 billón para agua potable.
Actualmente, el proyecto contempla subsidios que van desde los 20 a los 30 SMMLV, esto de acuerdo con los ingresos para la compra de vivienda.