La alcaldesa Claudia López y el presidente Gustavo Petro se reunieron para hablar de la posibilidad de cambiar los planes para que un tramo del Metro sea subterráneo.
Hay dos opciones sobre la mesa: la primera es propuesta por el consocio Chino, que señala que el tramo subterráneo debe ser desde la calle 72 hasta la 100.
La segunda y la preferida por el presidente Petro implicaría que se haga desde la Avenida Primero de Mayo hasta la calle 72, que es donde se están construyendo el intercambiador vial.
De la reunión entre los mandatarios pocas conclusiones salieron. Lo único que se acordó es que se establecerán mesas técnicas y jurídicas para revisar la viabilidad de las alternativas.
Bogotá no tiene el dinero adicional que costaría el cambio de planes: serían hasta 12 billones de pesos.
El Gobierno Nacional asumiría el gasto. Es decir, los colombianos pagarían.
“Bogotá sí o sí va a tener metro, sí o sí sigue sus obras y sí o sí el presidente insiste en que un tramo sea subterráneo”, dijo Guillermo Reyes, minTransporte.