Pelé, el astro brasileño que le puso color al fútbol
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Desde niño Pelé dejó Três Corações (Tres Corazones), pueblo en el que nació y donde fue bautizado con el nombre Edson en honor a Thomas Alva Edison.
El talentoso joven llegó junto a su familia a Baurú, donde trabajó en una estación de gasolina y limpiando zapatos. Cuando volvía a casa escuchaba partidos a través de la radio, junto a su padre.
"En la final del Mundial de 1950, Pelé vio llorar a su papá por el “Maracanazo”, la derrota de Brasil en casa ante Uruguay, y le lanzó: “No llores, papá. Yo voy a ganar una Copa del Mundo para ti”.
Con 17 años conquistó su primer mundial en Suecia 58 y 12 años después se quedó con su tercera Copa Jules Rimet al vencer en México 70, con uno de los mejores equipos de la historia.
Los libros, la cultura y la historia coinciden en un ''rey'' que conquistó el balompié. Pelé traspasó fronteras, a blanco y negro, y se convirtió en un ídolo mundial.
Con el Santos rompió todos los registros, en el Cosmos de Nueva York brindó sus últimos trucos y la leyenda de los más de mil goles continua vigente con el paso del tiempo.
Pelé obtuvo reconocimientos como el mejor futbolista del siglo XX, el título de caballero de honor del Imperio Británico y ciudadano del mundo de la ONU. El mayor de ellos, ser eterno en la memoria de la pelota.