El sector privado condicionó el diálogo con el gobierno de Daniel Ortega al cese de la represión en las manifestaciones.
Las protestas se extendieron toda la noche en varias ciudades de Nicaragua. Ciudadanos salieron a las calles con carteles de rechazo a la reforma en la ley de seguridad social impulsada por el Gobierno.
Denuncian que la fuerza pública disparó contra ellos.
Además de los enfrentamientos, se han registrado saqueos a locales comerciales.
En medio de la violencia, algunas familias despidieron a sus seres queridos, quienes murieron durante las manifestaciones.
Desde El Vaticano, el papa Francisco hizo un llamado para que cese la violencia.