La familia divulgó una comunicación en la que se escucha a Naomi, que parece estar al límite de sus fuerzas.
"Me duele el vientre", "me duele todo", "voy a morir", dijo, con dificultades para poder expresarse.
"Usted se va a morir seguramente algún día, como todo el mundo", le respondió la operadora del SAMU.
La joven recibió el mismo trato del Centro de tratamiento de alertas de los bomberos, que dispone de ambulancias.
La ayuda médica solo fue desplazada varias horas después, cuando Naomi, madre de una niña de 18 meses, se volvió a comunicar con emergencias.
El SAMU esta vez intervino, pero ya era demasiado tarde. La trasladaron a un hospital donde sufrió un infarto, fue transferida a reanimación y luego falleció.
Según el informe de la autopsia, Naomi murió por una "falla multivisceral por 'shock' hemorrágico": varios órganos dejaron de funcionar.
"Uno se pregunta cómo un ser humano puede hacer ese tipo de comentarios a alguien que está por morir", indicó Louange Musenga, hermana de la víctima a la cadena France 3.
Tras la revelación de este caso por la prensa local, la Fiscalía de Estrasburgo abrió una investigación por "no asistencia a persona en peligro" y la operadora del SAMU fue suspendida en su trabajo.
Por su parte, la ministra de Salud, Agnès Buzyn, se declaró profundamente indignada por las circunstancias de este deceso, aseguró a la familia "su apoyo total" y anunció una investigación "sobre esas graves disfunciones".
NoticiasRCN.com/AFP