El acoso del coronavirus en el Palacio de La Moncloa en España
Primero fue una ministra, luego la esposa del presidente del Gobierno; y ahora la vicepresidenta. Así, el covid-19 ha rondado a La Moncloa.
En todos los casos de propagación del virus entre altos funcionarios del Gobierno español y algunos de sus familiares, el común denominador ha sido uno: participaron en la masiva marcha del 8 de marzo en el centro de Madrid.
Ese día, España ya reportaba alrededor de 500 contagios y 10 muertes; la alarma estaba encendida. Sin embargo, el Gobierno español promovió y participó con varias de sus mas visibles figuras en las marchas del Día Internacional de la Mujer. Nada permitirá establecer una relación directa entre el evento y los contagios, pero la duda siempre quedará.
Ese mismo fin de semana, el partido de ultraderecha Vox (tercera fuerza en el Parlamento) realizó su asamblea general con cerca de 10.000 participantes en un recinto cerrado, cuestionado acto del cual habrían salido contagiados sus principales líderes, los diputados Santiago Abascal y Javier Ortega Smith.
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En el Gobierno, el primer reporte fue el positivo de la ministra de Igualdad, Irene Montero (Podemos). Luego la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias (Psoe), también dio positivo. Ellas marcharon entusiastas y días después tuvieron que suspender sus actividades públicas para dedicarse a la recuperación de la enfermedad.
Montero es pareja de Pablo Iglesias (Podemos), vicepresidente segundo del Gobierno y quien anunció de inmediato un aislamiento preventivo voluntario por la llegada del virus hasta su casa. Sin embargo, a Iglesias poco o nada le duró el confinamiento porque esa misma semana reapareció en público, al lado del presidente del Gobierno, en la sesión del consejo extraordinario de ministros que, paradójicamente, ordenó confinar a los casi 50 millones de españoles. Días después, Iglesias fue al Congreso de los Diputados como si la medida en su caso no fuera la misma que deben cumplir el resto de los ciudadanos: quedarse en casa.
De manera simultánea, el jefe del Gobierno Pedro Sánchez también lidiaba en su casa contra la enfermedad. Su esposa Begoña Gómez fue hallada portadora del covid -19. También el jefe del ejecutivo, según la norma, ha debido aislarse de manera preventiva. Pero no.
El Gobierno sesionó cada vez menos en físico y activó medios virtuales para las reuniones. La vicepresidenta primera Carmen Calvo (Psoe) se mantuvo entre las más presentes... Y a ella también le llegó el virus. Desde el domingo 22 de marzo fue internada en un hospital por deficiencias respiratorias. El martes, fue divulgado que el resultado de su prueba era "negativo no concluyente". Y el miércoles fue confirmado como positivo.
Y también al podio de prensa, desde donde diariamente Moncloa informa sobre el avance de la enfermedad, llegó el enemigo biológico. Entre ese grupo de voceros encabezado por Fernando Santiago, director de Alertas Sanitarias, estaba el teniente general Laurentino Ceña, portavoz de la Guardia Civil. La semana pasada al oficial se le vio tosiendo ante las cámaras y este martes no apareció en el escenario. El miércoles fue confirmada su prueba, positiva para covid -19. Pero sus compañeros de atril no se fueron a cuarentena, las ruedas de prensa con ellos siguen al aire.
Andrés Gil G. -
NoticiasRCN.com