Expresidente de Zimbabue Robert Mugabe, enterrado en su aldea natal

El expresidente de Zimbabue Robert Mugabe, caudillo de su país durante 37 años, fue enterrado el sábado en su aldea natal de Kutama en presencia de familiares y un centenar de seguidores.

Cubierto con la bandera nacional, su ataúd fue enterrado en un patio polvoriento de una finca, propiedad de la familia, tras una ceremonia sobria en presencia de sus más allegados.

Su viuda Grace Mugabe, vestida completamente de negro, y miembros de la familia lanzaron rosas blancas sobre el féretro, mientras que el coro de la escuela secundaria local entonó una serie de cantos.

"Héroe" de la independencia convertido en déspota, Robert Mugabe falleció el 6 de septiembre a la edad de 95 años en un lujoso hospital de Singapur, donde llevaba años recibiendo tratamiento.

Obligado a dimitir hace dos años por un golpe del ejército y de su partido, dejó atrás un país golpeado por la represión y arruinado por una crisis económica interminable, que sumió a una gran parte de su población en la miseria.

Varios centenares de personas, principalmente familiares y vecinos, asistieron el sábado a su entierro en Kutama, a unos 100 kilómetros al noroeste de Harare. Muchos de ellos vestidos con camisetas blancas con inscripciones como "libertador", "padre fundador" o "abanderado", le rindieron homenaje con cantos y danzas, antes de una última misa. "Nuestros corazones sangran porque hemos perdido a nuestro padre", declaró un sacerdote católico en su homilía, "este hombre vivirá siempre porque es una leyenda".

Aparte de un puñado de representantes locales, los dirigentes del país brillaron por su ausencia en la ceremonia, consecuencia de la guerra que enfrentó durante tres semanas al gobierno actual y a la familia del difunto con respecto al lugar de su entierro.

Finalmente sus parientes tuvieron la última palabra e impusieron su voluntad. Mugabe descansará en Kutama pese a que las autoridades pretendían enterrarlo con gran pompa en el Panteón de los "héroes" de la "lucha de liberación" en Harare.

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El gobierno creyó por un tiempo que Robert Mugabe sería enterrado en el "Campo de los héroes", en un mausoleo que se construiría en su honor.

Sin embargo, y ante la sorpresa general, se vio finalmente obligado a rendirse y dejar marchar el cuerpo del exjefe del Estado a su aldea natal.

Esta batalla puso de manifiesto las fuertes tensiones que desde hace casi dos años enfrentan a los fieles del expresidente a Mnangagwa.

Hasta su último aliento, Robert Mugabe alimentó un resentimiento tenaz hacia Emmerson Mnangagwa, puesto al frente del país tras la dimisión del viejo presidente bajo la coacción del ejército y de su partido, Zanu PF, en noviembre de 2017.

Los generales intervinieron después de que se destituyera a Mnangagwa de su cargo de vicepresidente, a pedido de la primera dama Grace Mugabe, que en ese momento se presentaba como la sucesora de su marido al frente del país.

El sábado, la polémica sobre el lugar de su entierro continuó de manera más intensa en Kutama. 

"Sólo respetamos sus deseos", argumentó en la ceremonia una de las hermanas de Grace Mugabe, Shuvai Gumbochuma. "Él mismo dijo que no quería ser enterrado en el campo de los héroes. Le pregunté por qué y me dijo que había sido insultado", concluyó.