Multitudinaria manifestación en España en contra del presidente Pedro Sánchez

En un acto sin precedentes este sábado en Madrid miles de ciudadanos salieron a las calles a denunciar el proyecto de amnistía acordado por el presidente de España, Pedro Sánchez, con el separatismo catalán, que permitió esta semana la investidura del socialista para un nuevo mandato como presidente del gobierno.

Unas 170.000 personas, según la delegación del gobierno, se congregaron en la plaza Cibeles, en pleno centro de la capital, entre una marea de banderas españolas y europeas, respondiendo a una convocatoria apoyada por la oposición conservadora.

Sánchez, que perdió las elecciones legislativas del 23 de julio frente al conservador Partido Popular (PP) de Alberto Núñez Feijóo, consiguió el jueves ser investido en el Congreso como presidente del gobierno tras obtener el apoyo de la extrema izquierda y de los partidos nacionalistas e independentistas de Cataluña y País Vasco.

A cambio de su apoyo, indispensable para alcanzar una mayoría con la que ser investido, Sánchez aceptó una serie de concesiones, entre ellas un proyecto de amnistía para los dirigentes y militantes separatistas encausados por su implicación en el fracasado intento de secesión de Cataluña de 2017.

En ella estuvo también Santiago Abascal, el líder del partido de extrema derecha Vox, quien consideró que el proyecto de ley de amnistía es tan grave como "un golpe de Estado".

Ambos dirigentes evitaron aparecer el uno junto al otro, aunque Feijóo intentó en septiembre ser investido presidente del gobierno con los votos de Vox, sin lograr la mayoría necesaria en la Cámara Baja.

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Cifras contrariadas sobre la participación de las manifestaciones

De acuerdo con cifras oficiales de los organizadores de la manifestación en Cibeles y calles aledañas, se calcula la participación de cerca de un millón de personas. Sin embargo, el Gobierno español contradice esta versión y sostiene que esta concentración fue de 170.000 ciudadanos.

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Adicionalmente, miles de manifestantes fueron interceptados por la Policía cuando se dirigían a La Moncloa en el oeste de Madrid. La protesta provocó interrupción del tráfico en la autopista A-6, en inmediaciones del palacio de Gobierno.