Justicia con rostro: Corte Constitucional protegió a mujer enferma de cáncer que vende minutos en Tunja
María Valdivia vende minutos a celular, pero a pesar de un cáncer en la garganta, no le permitían ser reemplazada en ese oficio por su hija. La razón, ella es quien cuenta con el permiso de utilización de espacio público. La corte ordena proteger a la paciente y emitió una sentencia con alcances para las ventas ambulantes.
Noticias RCN
mayo 23 de 2018
01:47 p. m.
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A doña María, de 53 años, el cáncer en la garganta no la deja vocear como antes, dice que ya solo vende 7.000 pesos y necesita mucho más dinero y salud. Su hija Leidy la quiere reemplazar los días en los que siente que el cáncer arde en su esófago como una caldera.
Ella la ve disminuida, pero siente impotencia. El problema radica en que la única que tiene permiso de la Alcaldía para vender minutos es doña María y la Policía no deja que su hija la reemplace. “La ley es la ley”, es lo que le han dicho mil veces.
El grito de Leidy es mucho más fuerte, puede llevar más de 7.000 pesos a la casa, pero la Policía no deja que su mamá esté ausente.
“Una patrullera lo que me contestó, y casi me agrede, es que así mi mami se estuviera muriendo a ella no le importaba, pero era la que tenía que estar ahí porque tenía el carné y el chaleco”, relató Leidy Camargo, hija de la afectada.
En los días en que doña María tiene exámenes del cáncer en Bogotá, su hija se ha quedado sola. Le han puesto dos comparendos por ocupar el espacio público sin permiso y ha sido desalojada, pues la autorización para estar allí, en la esquina, es de su mamá.
“Se hizo la petición, pero la Secretaría de Gobierno dijo que por el plan de desarrollo no daban el permiso y que el puesto no era heredado”, añadió Leidy.
La Corte Constitucional, por medio de una tutela, ordena que a pesar de que la ley sí dice que las alcaldías deben proteger el espacio público, hay otros derechos que tiene una enferma de cáncer y los vendedores ambulantes en general.
El fallo le da 30 días a la Alcaldía para reubicar a doña María y mientras intentar ganarle el pulso al cáncer, su hija, futura tecnóloga en sistemas, podrá seguir voceando los minutos de celular.
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