El oleoducto Caño Limón-Coveñas, uno de los más importantes del país, sufrió un segundo atentado terrorista en menos de 72 horas la región del Catatumbo.
Al menos 30.000 personas amanecen sin el servicio de agua en Tibú, Norte de Santander, por la voladura que generó un derrame de crudo que contaminó el caño Cinco y los ríos Tibucito y Tibú.
"Con más de 120 personas, cinco puntos de control alternativos y uno permanente, Ecopetrol atiende la emergencia ambiental causada por los atentados contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas", dijo la empresa en un comunicado.
Ecopetrol explicó que con 76 líneas de barreras se busca contener la mancha de crudo.
“A pesar de la creciente de los dos ríos, los técnicos que atienden la emergencia lograron instalar 15 barreras de contención en el punto de control permanente en el Club de Leones sobre el río Tibú”, añadió la misiva.
Tras los ataques del fin de semana, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, acusó el martes al ELN de haber violado una tregua unilateral que declaró el grupo rebelde por la Semana Santa y que comenzó el domingo.
El bombeo de crudo por la tubería de 773 kilómetros de longitud y con capacidad para transportar hasta 210.000 barriles diarios de crudo sufrió 89 atentados en 2018, según estadísticas de Ecopetrol, mientras que este año ha sido blanco de 15 ataques con explosivos.