Magdalena Mágico, Travesía 2019: la historia de Eddy Gamarra, un ejemplo en Tacaloa, Bolívar

Eddy tiene 39 años, a sus dos años de vida se enfrentó al polio, una enfermedad viral que puede afectar la medula espinal causando debilidad muscular y parálisis.

Asegura que por las dificultades para desplazarse su vida ha sido muy dura. Para él, cada paso “es un esfuerzo para llegar a una meta”.

Sus noches son para reflexionar. Hace un balance de su día, recuerda lo que hizo o no pudo hacer y hay momentos en los que no faltan las lágrimas.

“Muchas veces he llorado de ver a las demás personas poderse desplazar y hacer cosas que yo no puedo hacer”.

Y al despertar, su mayor inconveniente inicia. Por falta de una silla de ruedas, debía usar una silla plástica como apoyo improvisado, sin embargo, no duda en asegurar que ya tiene su técnica para moverse:

“Agarrarme de los brazos de la silla, levantarla un poco y dar el paso”, explica.

No olvida su sueño de jugar fútbol y tampoco el de ser padre. Con tristeza dice que no sabe si será solo por sus complejos o tal vez simplemente para él no habrá hijos.

Hay personas que se quejan por cosas pequeñas, se acomplejan por nada

Como no cuenta con un trabajo formal, Eddy tiene su propio negocio de peluquería en casa. Sin necesidad de desplazarse, recibe a los clientes que necesitan un corte de pelo.

Sin embargo, hubo un día muy especial en el que no solo los clientes llegaron a su vivienda. Recibió la visita de Fides, la Armada de Colombia y RCN en la tercera parada de la Travesía Magdalena Mágico, con un regalo muy especial.

En el buque ARC Golfo de Morrosquillo llegó un carro a cadenas para Eddy. Inmediatamente y en medio de aplausos de sus vecinos, probó el vehículo que le ayudara a trasladarse más fácil.

Pero Eddy no fue el único que disfrutó de la visita de la Travesía Magdalena Mágico sino toda la comunidad de Tacaloa, un corregimiento en Magangué donde parece que el tiempo se detuvo. Poco llega la señal celular, muchas casas tienen aún techo de paja y hay necesidades.

“Aunque la comunidad está muy contenta, amable tiene muchas necesidades basadas en agua, salud”, indicó Alejandro Escallón, presidente de Fides.

Dicen que la luz va y viene cuando quiere y piden a los gobernantes voltear la mirada hacia ellos.