Arde Colombia, duele Colombia

Por: María Fernanda Navia C.
@MafeNaviaC en Twitter *

Quienes me han leído, seguramente me han percibido como una mujer positiva, sin embargo, estas últimas semanas, creo que todos estamos contagiados por la sensación de tristeza e impotencia, que nos genera la situación en la que ha caído nuestro pueblo. 

El país feliz, el país de la alegría, el país de la bandera de colores vivos y enérgicos, el país privilegiado con dos mares, con pisos térmicos para la agricultura, con especies infinitas y únicas, con minería, ganadería, con una gran porción de selva, pulmón del mundo; se está ahogando en su propio humo, su bandera se está destiñendo y su gente, su gente creativa, llena de ilusiones, ideas y emociones, está llorando de dolor. 

Y la culpa aquí no es de una sola persona, ni del último año, ni de los últimos 10, 15 o 20 años, llevamos más de 70 años, por decir alguna cifra, intentando con todas las fuerzas, ¡ser infelices! 

Y es que, si no es la época del narcotráfico, entonces es la época de la guerrilla y si no, entonces la de los paramilitares y si no, entonces la de la corrupción en los gobiernos e instituciones y si no entonces la división de la derecha, la izquierda y los de la mitad, o de los que luchan por su propio egoísmo y sus propios intereses, o la época del proceso de paz y los que están de acuerdo y los que no; o todas estas épocas revueltas, porque en los distintos momentos, se han presentado, al tiempo, varios de estos flagelos en nuestra sociedad. 

Cada periodo de nuestra historia, ha estado determinado por alguna situación difícil y cuando por fin la creemos superada, aparece otra y es que en realidad nunca se superó la anterior, o ya se venía gestando la siguiente.  Todas han estado mezcladas y marcadas por factores comunes, violencia, muerte, egoísmo; manteniendo a nuestro país sumergido en una espiral de dolor. E insisto y nuevamente me pregunto ¿un país que lo tiene todo para ser feliz, sumido en una historia de dolor, siempre? ¡Somos unos mal agradecidos, ante tantas riquezas que tenemos! 

Y ahora llegamos a la era de las redes sociales donde todos tienen voz y muy pocos la usan para construir, un buen porcentaje, las usa para enardecer más los ánimos.

En este nuevo medio masivo de información, nos echamos la culpa los unos a los otros, nos insultamos, nos agredimos ¿no se dan cuenta que elegir bandos solo genera más odio y más rencor y más dolor? Crear noticias falsas, viralizar videos sin contexto, crear tendencias, para hacer quedar mal ante la comunidad internacional, a los unos o a los otros, genera más dolor, más incertidumbre, más caos. 

La población debe poder expresarse sin violencia, cuando se expresa pacíficamente y sin acabar con la ciudad, no tiene por qué ser agredida; la fuerza pública debe poder cumplir con su trabajo, razón de ser de su existencia, proteger y salvaguardar la población, pero la fuerza pública tampoco debería correr peligro, tanto la gente, como la fuerza pública deben poder volver a casa, al lado de sus familias, sanos y salvos.  

Entonces si este escenario ideal no existe, es porque hay manzanas podridas en alguno de los actores de estos escenarios y las autoridades son únicas responsables de diagnosticarlo y solucionarlo. y dejamos claro una vez mas, ni todos los manifestantes son vándalos y criminales, ni todos los policías o soldados, son agresivos o violentos, aquí no se puede generalizar.

Pero, por su parte, los espectadores no pueden volverse unos ¨chismosos¨, que, sin haber estado presentes en un hecho, aprovechan unas imágenes y las multiplican, que peligro esa irresponsabilidad.  

Ahora seguramente muchos en el fondo, sabemos o percibimos, que hay detrás de todo esto, de esa viralización, de desestabilizar todo un país, pues ese es el plan y aún más, poner el mundo a su favor con miras al 2022, pero ese es otro tema denso y oscuro, con el que no me voy a meter ahora, sin embargo, duele, duele el mundo y sus intrigas, llenas de poder y maldad. 

¿Y les dejo una pregunta, nos vamos a prestar para este juego peligroso? Se que muchos tenemos opiniones distintas, pero por favor, que nuestras acciones sumen, construyan, no nos prestemos para incendiar más nuestro país.

Tenemos muchas razones positivas para sacarlo adelante, estoy segura de que esa chispa del país de la alegría no se ha extinguido y podemos volverla a encender, ¡volver a vibrar con todo lo que nos caracteriza! 

*Periodista y presentadora

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