El espíritu del viejo

Ojalá tanto "joven" que anda por ahí presumiendo de sus años, tuviera una mínima parte de lo que tienen los protagonistas de esta columna.

Mientras completaban el recorrido por un campo de golf, el compositor de música country Toby Keith le preguntó a su gran amigo Clint Eastwood, qué iba a hacer para celebrar su cumpleaños número 88, la leyenda de Hollywood le contestó: "Voy a empezar el rodaje de una película", sorprendido Keith solo atinó a preguntar: “¿Cuál es tu motivación?", a lo que el actor y director respondió: "Cada mañana cuando me despierto lo primero que pienso es, no dejes entrar al viejo".

Eastwood no para de rodar y tiene en su hoja de vida al menos 50 filmes, varios calificados como joyas de la cinematografía mundial.

Hace menos de dos semanas otro ícono del cine puso un punto bien alto. Con sus 90 años encima, William Shatner, el legendario Capitán Kirk de "Viaje a las Estrellas", llevó su personaje a la realidad y se lanzó al espacio como cualquier astronauta. Tras 11 minutos de vuelo, ya en tierra, ahogado en lágrimas, sentenció: "Esto es mucho más grande que la vida y que yo".

Pero como si se hubieran puesto de acuerdo, otro "anciano" nos lanzó un baldado de agua fría y nos dejó atónitos. A pesar

del Alzheimer y de 95 años bien vividos, Tony Bennet milagrosamente recuperó la voz y la memoria y como en sus mejores tiempos entonó junto a la maravillosa Lady Gaga varios de los más entrañables clásicos de la música americana. Jamás vimos sus ojos tan llenos de vida.

"Eres tan viejo como te sientes", con esta frase, tan simple como poderosa, la Reina Isabel de Inglaterra no solo declinó un premio que la resaltaba como la “anciana del año”, sino que nos recordó que más allá de lo achaques propios del paso del tiempo, es el espíritu el que nos debe gobernar. Con 95 años a cuestas está a punto de cumplir 70 en el trono y por ahora nadie ve un sucesor pronto.

Pero hay otro tipo de "ancianos”, los del deporte, que terca e injustamente muchos sabiondos insisten en retirar de las canchas antes de tiempo.

Y el momento no puede ser mejor para incluir en esta lista de "viejitos" al gran Falcao. Solo tiene 35 años, pero hace unos meses algunos lo desechaban para el fútbol. Es probable que un deportista de alta competencia a esa edad piense en terminar su carrera. Pero más allá de la factura que pasan los años, su carácter no tiene caducidad, es claro que la pasión domina su corazón y por eso hoy, a diferencia de otros, es el ídolo de Vallecas, no solo porque hace goles históricos como el que le hizo al Barcelona, también porque se resiste a la injusticia del olvido. Por lo menos venderá caro su paso definitivo al camerino.

Y cómo no recordar al ingeniero Chiquito quien a los 104 años presentó su tesis doctoral en la Universidad de Manchester o a don Claudio que se volvió bachiller a los 90 o Rosa, la abuela de 80 que se graduó en Ciencias de la Educación al tiempo con sus nietos.

La lista de hombres y mujeres que nos sorprenden seguro es interminable y ejemplarizante, precisamente en momentos en los que los jóvenes tienen tanto que decir y que hacer.

A pocos días de elegir los Consejos de Juventud cuanta validez adquieren los ejemplos que acabo de referir. Y las expectativas son realmente esperanzadoras, casi 40 mil ciudadanos entre los 14 y 28 años se inscribieron para hacer parte de este mecanismo de participación ciudadana. Nunca antes se había tenido tan a la mano la posibilidad de hacer democracia real.

Los que se pregonan incomprendidos, relegados, frustrados, los filósofos de Twitter, a lo mejor van a encontrar en las urnas lo que no consiguieron a garrote.

Tal vez sea el presagio de que la política está cambiando. Tal vez sea el momento de las ideas y los argumentos. Tal vez sea el momento de hacer lo que las circunstancias les imponen, lo que el país espera de ellos.

A través de estos consejos podrán seguir la gestión de alcaldes y gobernadores, podrán crear puentes de comunicación directa para participar en decisiones y transmitir sus expectativas y necesidades.

No hay dinero de por medio, solo la intención de hacerse escuchar, construir y ganarse un espacio en el quehacer público. En últimas, comprometerse. Ser parte "de" y no simplemente quejarse "de".

Cuánta responsabilidad tienen, un reto inmenso, pero también alentador que implica lo mejor de cada uno.

Porque los días por venir son determinantes y esta es una oportunidad para demostrar, que lejos de radicalismos y pedanterías, está un futuro por definir y la suerte de millones.

Todos los sectores están representados, o eso parece. Hay partidos políticos, primera línea, estudiantes. Un prisma donde se conjugan tantos puntos de vista, como problemas por resolver.

Ojalá cada joven candidato deje salir el espíritu del "viejo" que tiene adentro, ojalá encuentren la película por rodar o el viaje al espacio por hacer o la canción por cantar o el gol por celebrar. Seguro el ejemplo cunde y a lo mejor todos nos unimos para exprimir esta existencia hasta la última gota y ser felices y proactivos, a ver si somos capaces de hacer de este país un lugar mejor.