¿Es el momento para hacer esto?

Por: Jorge Hernán Peláez*

@jhpelaez en Twitter

En menos de una semana la ciudad de Cali encendió las alarmas de todo el país, pues representa el escenario de mayor afectación luego de la jornada de protestas del pasado miércoles 28 de abril. 

Hay indignación de la ciudadanía, no solo en Cali, sino en todo el país por la forma y fondo de la Reforma Tributaria. La marcha del miércoles pasado ya logró que el Presidente Iván Duque mostrara que está dispuesto a cambiar todo el texto del proyecto. Bancadas políticas y millones de ciudadanos van a seguir insistiendo en el archivo total de la iniciativa.

Dos sucesos afectaron al fútbol por el bloqueo que continúa en gran parte de la ciudad. Lo que pasó esta semana es una tarjeta amarilla para la próxima Copa América, las finales del fútbol colombiano y hasta las eliminatorias. Talleres de Córdoba, que jugó el miércoles contra Tolima en Ibagué debía viajar el jueves desde Cali hasta Buenos Aires, pero se quedaron “varados” en un hotel cerca al aeropuerto y no pudieron viajar sino hasta el viernes, gracias a las gestiones de AFA y Conmebol que consiguieron un vuelo chárter.

Ayer en la ciudad de Palmira el alcalde y los miembros del comité de fútbol, habían suspendido el partido Cali-Tolima que se debió jugar anoche a las 8pm porque la situación de orden público hacía inviable la realización del partido que seguramente se jugará en las próximas horas, o se traslade a otra ciudad.

El panorama a 6 semanas de Copa América es, por lo menos, preocupante. Argentina está muy cerca de no hacer su parte del campeonato como lo advirtió el presidente Alberto Fernández. Colombia entonces debería hacer el torneo acá en su totalidad. Se sumarían algunas ciudades del eje cafetero, Ibagué y Bucaramanga. Supongamos que ese es el escenario. Veo con peligro que algunos ciudadanos en el marco de las protestas que van a seguir, así se retire la reforma tributaria, podrían utilizar el vehículo publicitario de la Copa para difundir en medios internacionales su disgusto con el gobierno actual. 

Lo mismo pasó en el Mundial Brasil 2014 cuando los brasileños que no estaban de acuerdo con Dilma Rousseff protestaban en las fechas y lugares cercanas a los partidos del Mundial. 

El año pasado Duque iniciando la cuarentena dijo que se jugaría fútbol a puerta cerrada y televisado. La realidad es que Colombia se quedó por varios meses sin fútbol profesional por decisiones del mismo gobierno. Ojalá los efectos del Covid, como en Argentina, y sobre todo la molestia social que hay contra el presidente no terminen afectando el normal funcionamiento del campeonato, ya aplazado una vez en 2020. Para los medios y la industria del fútbol sería un golpe duro no hacer la Copa. Lo que pasa es que estamos viviendo una mezcla de los dos efectos que tuvo Colombia entre 2019 y 2020, volvieron las protestas sociales, sigue disparado el Covid y la realidad va en contravía del deseo de los que nos gusta el fútbol. 

Es la primera vez en muchos años que volvemos a oír los argumentos de comienzos de los años 80 cuando el gobierno de Belisario Betancur decidió retirar a Colombia del Mundial 86.

*Matemático. Periodista y columnista

NoticiasRCN.com