De esta manera las mujeres están financiando la pandemia

Por: Karol Franco*
@karolfrancog en Twitter

En esta pandemia, una de cada cuatro mujeres ha renunciado a su trabajo para cuidar a quienes aman. Según la Cepal, esta crisis de salud ha permitido dimensionar el impacto de la economía del cuidado. Para Colombia, el trabajo doméstico y de cuidados no remunerados equivale al 20% del PIB (DANE). Esto significa que de pagarse, sería el sector más importante de nuestra economía.

Abandonar el rol productivo para cuidar de los hijos y adultos mayores implica que las mujeres están financiando la pandemia, asumiendo los costos de esta crisis. No solo los económicos, sino también los emocionales, su avance de carrera, la disminución de su pensión y hasta servicios médicos.

Sin duda, retirarse del mundo laboral no es una decisión fácil y hay muchas razones emotivas que aumentan la encrucijada. Entre esas, la necesidad de que en casa todo funcione y los demás estén en bienestar, pero ¿las mujeres están en bienestar cuando tienen que hacer estos sacrificios? ¿Cómo estar bien con este tipo de decisiones?

Sin duda, este no es el momento para salir del mundo laboral. Sin embargo, cuando se toma esa decisión es porque es la mejor alternativa que pueda tener ese hogar y, por lo tanto, vale la pena tener conversaciones honestas sobre las implicaciones y las alternativas de, por ejemplo, cuánto tiempo se está dispuesta a estar por fuera del mundo laboral. Las estadísticas dicen que usualmente, los roles de cuidadoras se planifican por un año, pero se extienden a cuatro años. Otra conversación es la financiera, que involucra la jubilación y plantearse la posibilidad de tener un fondo familiar para un aporte voluntario a la pensión.

Recordar que las cuidadoras también requieren de cuidados, así que te dejo estas recomendaciones:

1. Identificar los recursos emocionales, ¿qué herramientas tienes para manejar los momentos caóticos?
2. Dedicarse tiempo. No descuidar rutinas de ejercicio, alimentación balanceada, conversaciones con amistades. El autocuidado es fundamental para afrontar cambios en el modo de vida y para ofrecer cuidado a los otros.
3. Delega responsabilidades, el hecho de asumir el rol de cuidadora no significa que no puedas comprometer a los miembros de tu hogar para encargarse de labores rutinarias o que estén en sus posibilidades.
4. Identifica organizaciones que pueden proveerte herramientas para optimizar tu cuidado. Hay fundaciones u organizaciones que brindan conferencias, formación para planificar los tiempos, aprender sobre el cuidado de pacientes en enfermedades específicas. Además encontrarás una red que comparte tus preocupaciones y siempre hay un buen consejo allí.
5. Planificar el futuro, entre otras cosas, como el regreso al escenario laboral.

Para concluir, el reto es lograr que los empleadores y familiares se comprometan a facilitar el entorno para que las mujeres progresen en sus carreras y oficios, de manera tal que no recaiga en su totalidad el cuidado de los seres queridos.

*Directora de Revista Level. Experta en equidad de género

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