Mujeres que no quieren ser madres

Por: Karol Franco*
@karolfrancog en Twitter

La maternidad no se puede dar por sentado. Es un error social asignar a todas las mujeres el rol de madres, ello desconoce e invalida a todas aquellas que no experimentan el llamado “instinto materno”, que se arrepienten de su maternidad o que no quieren tener hijos.

Tal vez, tener hijos no es algo natural cómo nos lo han enseñado. Por ello, procrear debe ser una decisión consciente y libre, no sujeto a un acuerdo tácito por estar en pareja o en matrimonio, a solicitud de las reglas sociales.

Si se dejara de biologizar los roles de las mujeres, probablemente se podría atender de manera honesta y abierta a las mujeres que experimentan episodios ambivalentes sobre su maternidad; me refiero a las mujeres que experimentan situaciones de arrepentimiento, en algunos casos porque no se ve cumplida la promesa social de “sentirse plenas” o “completas”. También, para aquellas mujeres que no quieren tener hijos.

Todas ellas, usualmente, guardan silencio por miedo a ser rechazadas.

Mientras esto sea un tema tabú, perdemos la oportunidad de desmantelar creencias que impiden la plenitud y el bienestar de la mujer. Cómo comprender la maternidad como una relación humana como las otras y no como una exigencia o un rol de género.

En el momento que aceptamos que cada mujer vive la maternidad de manera diferente y por ello, no siempre la experiencia es satisfactoria, podría abordarse desde la terapia y la psicología procesos empáticos que propicien espacios para hablar sobre ello, sin padecer sentimientos de culpa que desatan problemas emocionales. Esto también permitiría la implementación de herramientas terapéuticas para afrontar estas situaciones.

Lo cual implicaría replantear técnicas de algunos profesionales de la salud que disocian o privilegian el bienestar de los hijos respecto al de la madre. También como sociedad, dejar de hablar desde los prejuicios para poder comprender las subjetividades y de esta manera propiciar por apoyos que nos beneficien como sociedad.

Esta es una columna que busca tener empatía con aquellas mujeres que están pasando por esta situación y sienten que no encajan en los requerimientos sociales y cuando hablan de ello, son tachadas como inmorales o trastornadas. La invitación es hacer pedagogía, dejar de invisibilizar estos sentimientos y de esta manera hacer frente a los roles anacrónicos.

Para finalizar, algunas cifras sobre la maternidad en Colombia: hace 50 años las mujeres tenían en promedio 7 hijos, en la actualidad tienen en promedio dos y desean tener uno. En los últimos cuatro años hay un aumento del 9% de los hogares unipersonales. La tasa de embarazos en adolescentes ha venido disminuyendo en tres puntos (DANE).

*Directora de Revista Level. Experta en equidad de género.

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