Senadores, familias e Icetex, por la educación privada | Por: Michael Sandoval

Por: Michael Sandoval*
@Libertariosed en Twitter

A raíz de la nota de la semana pasada, recibí por parte de la Oficina de Comunicaciones del Icetex un informe detallado de la gestión que se está adelantando con el Fondo Solidario para la Educación. Es decir, el programa que le está dando créditos condonables a las familias que por la cuarentena no han podido pagar las pensiones de sus hijos porque se quedaron sin trabajo o perdieron sus negocios.

El resumen del informe es que están haciendo hasta lo imposible por desembolsar los pagarés que hacen falta, pero como están los números llegó diciembre y aún no se ha desembolsado ese dinero. Creemos en la buena fe de los funcionarios del Icetex y esperamos que ese dinero llegue pronto a las familias.

Pero hay que colocar esta situación en perspectiva. El crédito condonable está destinado solo para estratos 1,2 y 3. Estos estratos representan el 82 por ciento de la educación privada en el país. Es decir, 1.723.370 niños que deberían verse beneficiados de este programa, pero el Icetex solo va a cobijar a 53.252. Es decir, el 3 por ciento.

¿Qué va a pasar con el 97 por ciento de las familias? ¿Se tendrán que ir a los colegios públicos?

Para rematar, al mejor estilo de Elmo o La Casa de Papel, la Secretaría de Educación sigue de manera irresponsable reclutando niños al sistema público como si tuviera la capacidad instalada en términos de maestros para poderlos atender.

La situación es tan así que Fecode se queja del hacinamiento de los colegios oficiales. Es más que evidente que a la Secretaría de Educación no le interesa la calidad educativa sino llenar sus estadísticas para que digan que sí hicieron algo, sin tener en cuenta el daño que le hacen a un niño al ponerse a cursar un grado sin los maestros suficientes para poder retroalimentar su desempeño, dado que la pandemia duplicó la cantidad de trabajo que tienen los maestros.

Al ver esta realidad, ya varios senadores de la república se están acercando para apoyar a las familias. Por ejemplo, la senadora María Fernanda Cabal se comprometió a hacer un derecho de petición junto a los datos recibidos de Acopricol, una de las asociaciones que lidera la gestión de los créditos condonable con el Icetex, para aumentar la velocidad de entrega y sobre todo empezar a promover el cheque escolar en Colombia.

En esa misma línea el expresidente Álvaro Uribe Vélez esta semana arremetió contra Fecode diciendo que “Aquí Fecode se apoderó de la educación. Hay 9 millones de niños que estudian en manos de Fecode y que no están recibiendo educación sino adoctrinamiento”.

También manifestó su respaldo al tema del cheque escolar planteando que se pueden canalizar recursos del Estado en las entidades educativas privadas, públicas y mixtas para que exista “ciencia y libertad, y no adoctrinamiento”.

Mientras esto pasa en el ambiente político, las familias de varios lugares del país se están empezando a organizar en grupos de WhatsApp para pedirle al gobierno nacional, a través de una campaña de Twitter, que se haga la modificación del decreto 1851 y que se incluya el cheque escolar como una de las opciones de subsidio a la demanda, que las familias podrían usar para financiar la educación de sus hijos.

Ese movimiento va a necesitar mínimo 500 familias entrenadas en Twitter para que de manera coordinada puedan crear una coalición por la libertad de educar. Si eso es posible, dejarán de ser invisibles por un Ministerio de Educación que no trabaja por la educación privada sino que solo le importa llenar sus estadísticas en los colegios públicos, como si no fueran ciudadanos colombianos los 2.109.105 familias del sector privado.

Colombia necesita un movimiento civil de familias que trabaje por la libertad de educar y por la libertad de elegir.

* Pedagogo en emprendimiento infantil y juvenil