Mis veinte plantas de marihuana recreativa | Por: Catalina Ortiz Rodríguez

Por: Catalina Ortiz Rodríguez*
@CataOrro en Twitter

Esta semana fue archivado en el Congreso por amplia mayoría un proyecto de ley que buscaba la regularización de la marihuana con fines recreativos en nuestro país. Este sigue siendo un tema álgido para muchos sectores de la sociedad que lo siguen viendo desde una perspectiva prohibicionista.

Miremos todas las aristas. Uruguay, desde el año 2013, legalizó por completo el consumo y comercialización de la marihuana. Uno de sus objetivos principales era quitarle al mercado negro toda la cadena de producción y venta del cannabis, con el acompañamiento del gobierno, con políticas sólidas de prevención y salud pública.

Según cifras oficiales de Uruguay, al año 2019 la marihuana con fines recreativos habría logrado arrebatarle al mercado negro o ilegal alrededor de 22 millones de dólares. Además, actualmente, hay casi 8 mil personas registradas como cultivadores domésticos y alrededor de 17 farmacias en todo el país que venden la marihuana sin prescripción médica.

Sin embargo, hay estudios que señalan que sí se ha aumentado paulatinamente el consumo de marihuana en ese país y, según cifras oficiales del 2018, solo uno de cada tres consumidores ha conseguido su cannabis en el mercado regulado.

Otro de los países que se conocen por la despenalización de la marihuana es Holanda, en donde se puede vender y consumir en los lugares establecidos para ello: los llamados coffee shops. También está permitida la tenencia de hasta cinco gramos y cultivar hasta cinco plantas.

Aunque es cierto que este cambio de paradigma trajo a Holanda un aumento exponencial del turismo de drogas, también es cierto que el consumo interno de ese país no ha aumentado. Incluso, en algunos casos, se ha disminuido o se ha mantenido igual, frente a países con políticas prohibicionistas.

Además, los Países Bajos han logrado demostrar que con la autorización del consumo recreativo de cannabis se logra disminuir la popularidad y consumo de otras drogas mucho más fuertes y peligrosas como la heroína.

El debate seguirá abierto en Colombia, pero recordemos que nuestro país no es el más atrasado ni el más conservador en esta materia. Ya en Colombia se permite la tenencia de hasta 22 gramos para uso personal. Además, está autorizada la venta y comercialización para uso medicinal y científico, y se permite el cultivo no industrial de hasta 20 plantas. Sí, como lo oyeron, 20 plantas. ¡Eso ni en Holanda!

*Periodista. Magíster en Comunicación Política