Medicina Legal confirmó maltrato y abuso a cuatro menores en el sur de Bogotá

El director del Instituto Nacional de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés, confirmó que los cuatro menores, entre ellos una bebé de apenas 17 meses de nacida, presentan graves señales de abuso sexual, maltrato físico y hasta lesiones producto de quemaduras en su cuerpo.

De igual forma, sostuvo que según los peritos judiciales, los menores que encuentran bajo asistencia médica en el Hospital de Kennedy y presentan lesiones que son antiguas, pero otras muy recientes.

Valdés explicó que de acuerdo con el reporte de los funcionarios que realizaron los exámenes judiciales a los menores, entre los que se encuentran tres niños de 11, 12 y 13 años de edad, se demuestra que se trató de graves maltratos que han sido constantes en el tiempo.

"Hay lesiones antiguas, unas recientes y otras muy recientes; se notificaron como heridas causadas por traumas contundentes como elementos térmicos", indicó.

Asimismo, sostuvo que las investigaciones penales son adelantadas por agentes de Policía Nacional, quienes manejan todo el contexto del caso como de dónde provienen los menores de edad.

"Hay lesiones constitutivas de abuso sexual en algunos de ellos, y lesiones de diferente tiempo de ocurrencia con elementos causales que pueden ser de tipo contundente y de tipo térmico, porque se trata de lesiones por quemadura", agregó Valdés.

El director de Medicina Legal enfatizó que "se trata de un maltrato de menores que se configuran con la presencia de estas lesiones que son diversas en diferentes partes anatómicas y con diferentes elementos causales". 

Confirmó que cuatro menores, entre ellos una bebé, fueron abusados y hasta quemados en Bogotá.

Agregó que todos los niños víctimas de este caso de maltrato permanecen en este momento bajo protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).

Por otro lado, los habitantes del barrio de Ciudad Bolívar intentaron linchar a los supuestos abusadores de los menores, de quienes se dice pertenecen a una secta satánica. 

Los dos sujetos fueron sacados de la casa fuertemente custodiados por la policía y conducidos en una tanqueta hasta una Estación de Policía. Varios uniformados tuvieron que refugiarse en la misma vivienda para evitar ser agredidos por las personas que enfurecidas lanzaban palos, piedras y botellas.

Muy cerca al sitio y luego de los desórdenes, un policía recibió un disparo en una pierna y tuvo que ser trasladado de urgencia a un centro asistencial cercano.