Algunas curiosidades de la jornada del papa en Bogotá

A su salida de la Nunciatura Apostólica, el papa Francisco se tomó unos segundos para saludar de mano los integrantes del Batallón Guardia Presidencial.

Luego, hizo un gesto amistoso a quienes estaban esperándolo afuera y pidió que dejaran pasar a una niña que quería verlo más de cerca, hizo lo mismo con una madre y su bebé.

Subió  un carro sin lujos y emprendió el camino hacia la Casa de Nariño. Durante el recorrido cientos de personas querían verlo.  Algunos lograron darle la mano, mientras que otros, al mejor estilo de los aficionados en el Tour de Francia, persiguieron su vehículo para poder tomarle una fotografía.

Incluso, cuando el carro disminuyó la velocidad hasta la Policía buscó la foto del recuerdo.

Tras encontrarse con el presidente Juan Manuel Santos y su esposa, inició el camino hacia el palacio presidencial por la alfombra roja.

Estuvo de pie todo el tiempo, y bajo el fuerte sol bogotano. Escuchó con atención los himnos. El de Colombia fue interpretado por Fonseca.

En varias ocasiones habló con la esposa del presidente Santos.

Cuando avanzaba hacia las escaleras de la Casa de Nariño, un periodista salió a su encuentro, se arrodilló frente a él y pidió su bendición.

Más tarde una niña salió a su encuentro y otros menores, emocionados, hicieron lo mismo. Tras responder cariñosamente los saludos abrazó y besó a otros niños que encontró a su paso. 

Uno de ellos le entregó un cuadro con su retrato. Otro le dio una bandera de Venezuela, la que tuvo en su mano por algunos segundos.

Después de saludar de manera especial a una de las asistentes,  subió las escaleras. Uno de los niños rompió el protocolo y los demás lo siguieron,  abrazándolo y saludándolo.

Más tarde, frente a la puerta de la Catedral Primada, saludó a los máximos representantes de la Iglesia Católica en Colombia y esbozó la mayor sonrisa hasta ahora en su visita.