Rabbids: Party of Legends, reseña: un juego para toda la familia

Rabbids: Party of Legends, reseña: ¿vale la pena? | Foto: Ubisoft

La nueva propuesta de Ubisoft trae a sus carismáticos conejos a un juego para disfrutar con amigos y familiares.


Juan Diego Ríos

jul 14 de 2022
09:28 a. m.

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Los juegos de multijugador local ya no son la prioridad de los desarrolladores, la apuesta por el juego online y la monetización que hay a su alrededor es algo que ha superado esos privilegios que tuvieron los jugadores de los 90 e inicios de los 2000. Pero siempre hay una esperanza y Rabbids: Party of Legends la trae.

Este nuevo juego de Ubisoft está centrado en la diversión en casa, en pasar un gran rato con los amigos y familiares con retos muy variados y una estética que, gracias a los conejos locos, le agrega un humor muy particular.

Así que hablemos de este juego y si realmente cumple con lo que promete, o simplemente se queda en una experiencia pasajera que se desgasta con el tiempo.

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¿Cómo es Rabbids: Party of Legends?

Aunque sea un juego pensado en la diversión casual, este título trae una base de historia para dar contexto y servir de pretexto para todo el gameplay. Aquí los Rabbids son transportados a una época de la China antigua dominada por el Rey Mono y para volver a su tiempo, Buda les pide que recolecten unas escrituras y lo deberán hacer a través de los minijuegos.

Estos retos los podemos jugar en dos modos: Aventura y Party. El primero es básicamente un modo en el que conoceremos los minijuegos en cuatro actos para resolver la historia, pero en general es muy parecido al segundo, en el que el enfoque es plenamente competitivo, ya sea de forma individual o grupal.

A esto se suman una gran variedad de Rabbids, que si bien ninguno tiene habilidades o diferencias jugables, sus diseños son muy particulares y divertidos, por lo que siempre habrá algo diferentes que probar. Y de igual forma, a medida que vamos progresando desbloquearemos otros diseños.

Este es el paquete del juego, algo corto para los tiempos actuales, en los que si hace falta un modo online y quizás una forma diferente de asumir los minijuegos, porque siempre son bajo ese formato competitivo y la formula se puede desgastar con el tiempo. No es como en Mario Party en le que hay otros modos como impulsar una canoa o pelear por el dominio de un tablero, sin perder la esencia de los minijuegos.

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¿Qué tal están los minijuegos?

El punto central de todo esto son los retos y aquí hay algo de desequilibrio. Si bien hay una variedad interesante de minijuegos, enfocados unos a retos mentales, habilidad con el control, precisión e incluso trabajo en equipo. Algunos se sienten con mucho más cariño que otros, se nota que en algunos hubo una mayor inspiración para darle el toque de novedad y que no se sientan como una copia de Mario Party, como pasa con varios.

Específicamente los niveles de baile y la lucha frente al jefe en una carrera para dispararle se sienten con problemas de control. En el primer caso no importa hacia donde muevas el control (en el caso de Nintendo Switch), el juego siempre va a tomar el movimiento como correcto y eso claramente daña la experiencia. Y en el segundo el personaje no se siente con movimiento fluido y es un nivel en el que se requiere de precisión.

Pero paralelo a esto hay minijuegos muy bien logrados, como los disparos o dibujar en pantalla una figura. Es como si el juego no tuviera el equilibrio y por eso no todos los niveles se disfrutan igual.

Eso sí, la gran mayoría causan risas y al ser retos cortos son fáciles de aprender, para que la dificultad vaya subiendo adecuadamente.

Otro punto negativo que encontramos es que se suelen repetir minijuegos en el Modo Party, porque si volvemos a jugar una Party quizás salgan retos que ya hemos jugado y eso puede que aburra algunos.

Mucha personalidad

Algo que si no se puede negar es que el juego tiene un gran estilo. Los Rabbids son personajes muy graciosos y las animaciones cumplen con ese objetivo, porque se ve ese humor tontarrón que, complementado con la diversión de los minijuegos, hace que el rato de juego sea un gran goce, especialmente si estás con varios amigos o familiares.

El diseño de la ropa y los escenarios es muy bonito, todo bajo una estética china muy bien llegada y es algo que hace agradable al juego.

Hasta las pantallas de carga tienen su humor y la canción de espera es muy pegajosa (Tucu, tucu, tucu, tuuu. Tucu, tucu, tucu, cuuu).

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Entonces… ¿Vale la pena Rabbids: Party of Legends?

Si eres de esas personas que le gusta compartir con amigos y familiares, esta es una gran opción para tener. Es un juego muy divertido y que puede complementar otras experiencias para pasar una noche de juego, como un juego de carreras o de peleas.

Eso sí, su contenido puede quedarse corto y si lo juegas muy seguido se puede tornar repetitivo. Los retos no están todos tan divertidos y algunos tienen imprecisiones en los controles. Pero que en general va a darte un rato bien agradable.

Si no tienes con quien compartirlo, no es una buena opción, jugarlo solo pierde todo el sentido y la IA no será lo mismo que alguien a tu lado riéndose o peleándote porque lo hiciste perder.

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