Bandas criminales empiezan a cambiar el perfil: analistas

Para los expertos, temas como el negocio de la droga, la minería ilegal y la inclusión de las bacrim a los beneficios de una eventual desmovilización, son el eje de la alianza entre dos históricos enemigos: las bandas criminales y las Farc.

“No estamos hablando de patrullajes conjuntos ni de comandos conjuntos militares para operar, estamos hablando de pactos de no agresión y compartir territorios, que fue lo que terminó pasando en Córdoba”, manifestó Ariel Ávila, director del observatorio de la fundación Paz y Reconciliación. 

Según el analista Ernesto Borda, es necesaria una rápida acción del Estado para evitar la degradación del conflicto. 

“La respuesta tiene que ser la acción contundente de la fuerza pública y de la administración de justicia, aquí no queda otra cosa, toca es combatir severamente a estos grupos y someter a sus hombres a la administración de la justicia”, asegura el analista político Ernesto Borda.

La iglesia católica va más allá y considera que ya es hora de exigir a las Farc un cese unilateral del fuego.

“Lo importante es que el Gobierno le dé más explicaciones a la sociedad colombiana sobre cuáles son los motivos por los que hay que seguir en una guerra al mismo tiempo que se habla de paz”, considera monseñor Luis Augusto Castro, presidente de la Conferencia Episcopal. 

La alianza guerrilla-bacrim se presenta actualmente en Antioquia, la región del Urabá, Bolívar, Cauca, Chocó y Nariño, donde fundamentalmente acuerdan pactos de no agresión, definir zonas de movilidad y conservar las áreas de cultivos del narcotráfico.